Claudia Weiner, "Este libro me reabrió preguntas y cierta inquietud", Mesa redonda:Queer psicoanálisis/queoír...4 de junio dle 2021
Mesa redonda acerca de Queer psicoanálisis / queoir psicoanálisis. Clínica y desconstrucción de género. 4 de junio del 2021
Claudia Weiner
Este libro me reavivó preguntas,
y cierta inquietud, siempre presente a cerca de mi práctica. Creo que este
libro es como una puesta en limpio de esa inquietud, y se me aclaró en la
distinción que hace Fabrice de clínica menor y clínica mayor, ya que a mí me
permitió ordenar esa sensación. Esas dos tonalidades, como lo dice el, nos
atraviesan, nos colorean de forma intermitente. Según su propuesta entiendo que
ambas tienen un modo distinto de tratar el tiempo y el espacio. La clínica
mayor fija a un lugar arraiga, se cierra, y edifica sobre cimientos, una
clínica menor se mueve, se abre en determinados puntos, vive en un espacio
moebiano, y no se apoya necesariamente en lo previo.
La clínica mayor para mi iría de la mano de
los binarismos hombre mujer, niño adulto, neurosis Psicosis, adentro y afuera.
Creo después de leer este libro, una analista tendría que darse la posibilidad
de “pervertir” cada una de esas oposiciones.
Mi impresión es que el
psicoanálisis se inventa con y tiene en principio el germen de lo menor, y la
fuerza de las cosas a través de la institucionalidad lo va llevando a lo mayor.
Igual que con las lenguas mayores y las
lenguas menores, hay algo de la inercia que si no se rompe, que si no se salta
el rio sigue su curso.
Freud decía que el éxito corre
peligro en los casos que uno de antemano destina al empleo científico y trata
según las necesidades de este; por el contrario, se asegura mejor cuando uno
procede como al azar, se deja sorprender por sus virajes, abordándolos cada vez
con ingenuidad y sin premisas. [i]
Comento esto, porque tiene
importancia el modo de tratar la teoría, lo conceptual, la forma en que el
saber se construye y se apodera del espacio cuando se fija, cuando se da por
sentado eso hace institución y la práctica se cierra en torno a eso. En la
familia psicoanalítica, por ejemplo, entre Freud y sus “hijos” (llamados
discípulos) la competencia solía darse alrededor de los conceptos. La no
aceptación, la divergencia atentaba contra la familia y los enfrentaba (
Ferenczi, Jung y tantos otros) Incluso las propias ideas de Freud podían ser un
riesgo. Recordemos si no la justificación de Freud sobre el no tratamiento de
las psicosis, él dice que no conviene atender psicosis porque un fracaso en el
tratamiento podría ser una desventaja para la reputación del psicoanálisis,
cuidaba mucho a la familia y a sus cimientos, la clínica mayor en detrimento de
la clínica menor.[ii]
En el mismo sentido, el concepto de complejo
de Edipo, el lugar del falo realimentan la centralidad la posición de padre
y de heterosexualidad, - y por qué no de
machismo- en la práctica, pues dan el contexto. Si bien la apuesta del
análisis siempre fue la singularidad, el caso por caso, y esto parecía ser el
conjuro contra una clínica mayor, o
clínica heteronormativa, una clínica normalizadora o adaptativa, vemos que no
alcanza decir que decir a que se trata del caso por caso. Entonces una analista
pos edípica ¿cómo sale la clínica mayor, o como resiste a ella, o como se cuida de ella? si aunque su práctica
del caso por caso siga la singularidad, y no sea heteronormativa, si aunque se
diga no homofóbica sino por el contrario en algunos caso apueste junto con
alguien a que lo deseable sea la
homosexualidad, o la transexualidad, o un devenir en un siempre suspendido, si aun así,
se sigue parando quiéralo o no sobre el edificio del psicoanálisis. Tal vez haya que volver a una
singularidad extrema, no solo pensar a la singularidad, sino singularidad en
acto. Me gusta recordar de los primeros seminarios Lacan que el habla de la
singularidad de Freud, dice que Freud estaba comprometido
en la investigación de una verdad que le concernía hasta en su persona, y
por lo tanto también en su presencia ante el paciente , y que según el propio Freud, este interés confirió
a sus relaciones con sus enfermos un carácter absolutamente singular. Y recalca
el acto singular de Freud en su carácter
de invención distinguiéndolo de lo particular de cualquier otro caso: la singularidad llevada
a su límite por ser la primera vez.[iii]
Entonces ¿se trataría de implicación de la persona del analista en la
investigación’ ¿se trataría de novedad, invención, creación?, pero este libro
muestra algo más, y por eso es para mí
tan potente , la salida del armario que implica este libro: homo analista, es ese lugar moebiano donde se
equivocan, mejor aún se pervierten muchas de las oposiciones.
Queda flotando para mí la pregunta de ¿cuál sería para cada analista esa
salida a la singularidad que no es
soledad y que no es apolítica.?
[i] Freud, Sigmund. Cf. Consejos al médico sobre el
tratamiento psicoanalitico.1912, tomo
XII, Amorrortu.
[ii] Freud,
Sigmund. Cf. Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos consejos sobre la
técnica
del psicoanálisis, ) (1913, tomo XI,. Amorrortu.
[iii]. Lacan, Jacques. Cf. El Seminario, Los
escritos técnicos de Freud, 20 y 27 de enero 1954. Paidos.
Muy interesante la cuestión de la singularidad extrema. El texto es un acto de creación y me parece; la singularidad extrema es un elemento para ser desarrollado a partir de este texto, volver a esta singularidad para ser desarrollada, volver como quien vuelve, después de cierto tiempo a un sitio que ya ha visitado y encuentra que en el sitio ya conocido y familiar algo ha cambiado
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