El duelo ¿afectado por una guerra eugenésica? por Alberto Sladogna*
El duelo ¿afectado por una guerra
eugenésica? por Alberto Sladogna*
Muerte, duelo, eugenesia, guerra
¿Cómo hablar de estos temas en fechas tan delicadas -cercanía de las fiestas navideñas y de las
fiestas del año nuevo-? ¿Cómo abordarlo en momentos en que buscamos en México y
otros países a los 43 jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos el 26/27 de
septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, México? Primera señal: estamos ante
una situación de dolor, dignidad, rabia compartidos sin tomar nota de las
fronteras del orden simbólico. Segunda señal: LA muerte se presenta sin
tener en cuenta ni las condiciones, ni las fechas, ni las fiestas. Tercera
señal: ese componente absoluto adquiere diversas formas para quienes somos
afectados por lo que el absoluto se lleva, una cosa no es la otra, se presentan
juntas y sin embargo, no están revueltas. Veamos
Suscribí una carta escrita por
una joven mexicana, hija de exiliados
(http://pajarosalinas.blogspot.com/2011/11/mexico-el-dia-de-los-muertos-en-medio.html)
la suscribo por haber vivido esas fiestas y rituales destinados a nuestros
seres queridos que ya no están ¿no están? Están y no están al mismo tiempo. Hoy,
lo sucedido a partir de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de
Ayotzinapa, en Guerrero, México convoca a investigar y producir precisiones respecto
del duelo en la vida cotidiana, como así
también para la “clínica” del análisis. Esas precisiones están construidas a
partir de un interrogante ¿Cómo afecta la subjetividad un duelo cuando se
produce en el marco de una guerra eugenésica que se vive en México y otros
países de América Latina? Sigmund Freud escribió su texto “Duelo y melancolia”
(1915-1071) afectado por temores pues
tenía un hijo soldado en el marco de la Primera Guerra Mundial. Walter Benjamin
señaló que esa guerra produjo un cambio las formas de la vida y las
formas de ser tomados por la muerte: aparecía la muerte masiva con el empleo de
los gases venenosos (soldados y civiles de los diversos frentes de batalla).
Convendría dar un marco a las
situaciones de vidas truncadas, vidas no realizadas ¿Cómo no realizadas? Una
gran mayoría (89%) de los muertos en la guerra contra el narcotráfico son
jóvenes (entre los 10 y los 24 años), a eso se suma que provienen de un sector
social, en particular, campesinos y ciudadanos de las ciudades en condiciones
de marginación, a veces no es así. En uno y otro caso la muerte apareció e hizo
lo que suele hacer. Frente a ello la reacción social es o era dominada por la
indiferencia. Octavio Paz señaló con crudeza y perspicacia: "La
indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la
vida." (Octavio Paz, El laberinto de la soledad)
Un suelo mínimo para un análisis:
quienes son muertos en esa guerra no son inocentes, tampoco son culpables ni
responsables, la ausencia de inocencia tampoco los hace participes de la
actividad que les sesgo la vida. La muerte es absoluta, por ello es inmotivada. Cuando se
presenta se lleva nuestra vida, cuando estamos vivos hablamos de ella, cuando
ella se presenta, ya no hablamos más…, a veces, sin que sea obligatorio, otr@s
ofrecerán su cuerpo para seguir hablando. La inocencia es un criterio religioso
que deja a cada persona desvalida y a merced de quien la proteja. El inocente
está desprotegido ante lo que le toca vivir o cuando lo que le afecte no sea lo
que busco, al contrario allí la muerte lo busco a él ¿Existirá alguna muerte qu
escape a ese mecanismo de la muerte?
Los 43 jóvenes de la Escuela Normal de Ayotzinapa
no eran inocentes, con ese argumento se los intenta atacar. No, esos jóvenes
sabían lo que hacían, sabían a quienes se enfrentaban, sabían qué intereses
afectaban, sabían los riesgos que corrían, no solo como estudiantes sino cuando
al recibirse fueran maestros rurales. En lugar de dedicarse a cuidar su vida
siendo indiferentes, ellos se arriesgaron a vivir la vida con los deseos y los
intereses que a ellos les permitían vivir su vida como vivible. Esos deseos no
son materia de la cual los canallas que secuestran, torturan y matan se puedan
“adueñar” pues eso no tiene propiedad. En Ayotzinapa a pesar de la barbarie de
la policía, del ejército, de las bandas tercerizadas del narcotráfico más la corrupción del conjunto del sistema político y
del gobierno, a pesar de todo ello varios jóvenes por no ser inocentes lograron
seguir con vida, denunciar lo ocurrido, y desde la ausencia de inocencia caminar,
marchar con otros para encontrar a los 43 desaparecidos con vida. De ahí que la
consigna “¡Vivos los queremos!” no es inocente por fabrica los afectos y efectos
que causa. Esa consigna recoge la
experiencia supuesta “individual” de un duelo ante una muerte ocurrida en otras
circunstancias, el doliente se mueva pues quiere vivo a quién se fue e incluso,
si logra realizar su duelo, al mismo realiza esa consigna: pues hace esa muerte
una causa para hacer cosas en la vida. Los jóvenes no eran inocentes estaban
haciendo algo que les gustaba hacer, solo los que no hacen nada, creyendo proteger
su vida, solo que así quedan expuestos a que la muerte se los lleve sin que ellos
no hayan hecho nada…con su vida.
¿La belle indeference colectiva?
En México, y en otros países,
ante hechos de muerte masivas y secuestros de personas de carne y hueso suele
suscitarse una indiferencia, posición que suele ser objeto de “críticas” (¡¡¡…!!!) que solo
refuerzan la…indiferencia. En varios países de Europa dar lugar a lo ocurrido
en la Segunda Guerra Mundial en los campos de batalla y los campos de
concentración les llevo tiempo para comenzar a hablar, leer y hacer cosas al
respecto, les llevó más veinticinco años para iniciar. Cuando la muerte aparece
en el horizonte de nuestras vidas, se extraña no tener un santo a quien
encomendarse. Conviene notar que la muerte y las muertes “masivas” no son
fáciles de aceptar, de tolerar, de hacer algo con ellas.
En el público del psicoanálisis
es un tema delicado de abordar pues muchas analistas dicen “Uhhh son temas son muy duros, no los soporto”,
“De eso no hay que hablar, es demasiado
duro”, “Nosotras nos ocupamos del
amor...” ¡Qué raro! Como si la muerte no fuese un tema del amor, sin él no
hay posibilidad de ninguna forma de duelo.
La indiferencia compartida, si,
se trata de una práctica particular de la "belle indiference"
colectiva ¿Cómo? Describo algunos
hechos:
a.- En manifestaciones frente a los
asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, se reúnen entre 30 y 50
personas, una mayoría son madres de algunas de las 600 asesinadas; las mujeres
que perdieron su vida pertenecían a la “raza”, al “pueblo”, son “nacas” que
trabajan en la maquila. Cuando del otro lado de la frontera Jane Fonda convoca
a manifestaciones se reúnen alrededor de 2000 o 3000 personas.
La mayoría son
mexicoamericanas/os. Estas cifras muestran lo que muestran, estoy interesado en
lo que muestran, es una imagen del real, no son simbólicas. El imaginario de las
cifras muestra un real que el simbólico dominante tiende a ocultar o hacer
desaparecer. El lector puede constatar otras formas de ese real en los filmes
testimoniales producidos por mujeres, cito un documental efectuado por Rosella
Bergamaschi Iandolo “Desde que no estás”.
La madre de una joven asesinada
logró hacer encarcelar a su asesino, luego la justicia lo liberó, ella estaba
en huelga de hambre por esa medida frente al edificio de la gubernatura de
Chihuahua -Palacio de Gobierno-: el asesino llegó la persiguió, ella corrió
hacia las oficinas del Gobierno, allí estaban los policías que custodian ese
edificio, el asesino la alcanzó, la ejecutó de varios balazos en su cabeza,
todo fue filmado por las "cámaras de seguridad" del Palacio de
Gobierno. Aquí el desamparo es del orden del absoluto ¿Cómo participa eso de un
duelo posible? ¿Cómo sería hacer posible un duelo en esas circunstancias? ¿Es
obligatorio hacer un duelo como suelen recetarlo practicas psicológicas,
psiquiátricas, psicoanalíticas y hasta los medios masivos de incomunicación?
b.-Un estudiante con muy buenas
notas fue masacrado: 16 balazos en la espalda, su pecado, quizás militar por
los derechos humanos. Algunos estudiantes de filosofía, una minoría del
estudiantado, cerraron por unas horas la Avenida Insurgentes; el resto de la
UNAM continuó con sus habituales tareas. Muchos de los alumnos y muchos de los
maestros continuaron hablando de Descartes, de Kant, de Hegel, de Lacan de
Foucault.
Tómese nota que por el momento,
por suerte, el DF aparece como si estuviera –notar el como si estuviera al
margen- de la na(r)co guerra; junto a ese asesinato se conoció el asesinato de
otro estudiante de esa facultad y la desaparición desde hace meses de otros
miembros de la Facultad de Filosofía de la UNAM. Es cierto que fechas recientes
cerca de la Unam se intentó secuestrar a un joven militante, después acusado
por las buenas costumbres de “anarquista”, ciudadanos cercanos no pudieron
intervenir al ver gente armada pero pusieron en juego sus gadgets
–celulares-tomaron vídeos los subieron a las redes, se conocieron las placas
del vehículo de los secuestradores, se alertó y por la tarde el joven,
anarquista o no, o gracias a serlo reapareció con vida, la muerte no se lo
llevó.
c.- En el Día de Muertos en
México, a la muerte se le canta, se la festeja, las familias asisten al panteón
con alimentos y bebidas y suelen contratar mariachis, se pasa la noche allí en
el cementerio, se hacen altares de muertos en las casas, hoy en particular en
sectores medios intelectuales; se hacen "calacas" o
"catrinas" de dulce donde se
le canta a una amiga/o unas estrofas sobre su muerte, ella/el están aún vivos.
Javier Sicilia, era poeta hasta
que perdió a su hijo, la muerte se lo
llevo en un levantón junto a otros seis jóvenes de no más de 24 años. Sicilia
organizo un movimiento cívico, entre otras cosas, para ofrecer y darle nombres
y apellidos a los sesenta mil muertos de la na(r)co guerra. El conjunto de los
políticos, incluido el político de izquierda Andrés Manuel López Obrador, lo dejo
solo. Aíslan ese movimiento pues dicen que "no quieren politizar su dolor".
A altas horas de la noche Andrés Manuel
López Obrador se presentó en casa de Sicilia para darle el pésame. Lo mismo
hizo su archienemigo, el entonces presidente Calderón. Luego ambos siguieron en
lo “suyo”.
Al mismo tiempo, durante las
fiestas del día de muertos, un porcentaje elevado de la población, nos guste o
no nos guste, se tomó el puente para vacacionar ¿...? Acapulco zona de gran
violencia de la na(r)co guerra con ajusticiados, cabezas cortadas, gente
colgada con carteles en puentes peatonales, estudiantes desaparecidos,
surgimientos de varias decenas de fosas comunes, bien pese a eso, Acapulco
registra una ocupación de más 80%. Ante las desaparición de los 43 estudiantes
de Ayotzinapa, las agrupaciones de industriales del turismo solicitaron terminar
las manifestaciones para no afectar la imagen (¿Cuál?) de Acapulco pues se verá
disminuido el flujo de turistas. Si, pese a todo hay porciones de la ciudadanía
que van a Acapulco de vacaciones ¿Está “mal” hacer eso? Recriminar una acción cómo esa ¿puede favorecer acciones
solidarias o por el contrario las impide de forma activa? Son preguntas ante
hechos calificados de “sociales” o de ser signos de “política” ¿Habrá alguna
muerte humana que no sea social?¿Hay alguna muerte que no sea un hecho político?
En Guadalajara para las Fiestas
del Grito de la Independencia, las bandas de narcos dejaron varios cadáveres
con ropas del "típico" mexicano: sombreros de alas muy anchas, un
sarape, los tradicionales huaraches en los pies, y unos enormes bigotazos
pegados sobres sus bocas.
d.- Para terminar, algo muy
delicado, escribi "na(r)coguerra". ¿A causa de qué? El licenciado
Calderón, presidente de México ungido gracias al primer megafraude electoral
electrónico de América Latina; ese licenciado siguió un consejo de Sarkozy –era
primer entonces el primer ministro de Francia-. El consejo decía que para
obtener legalidad debía combatir la “inseguridad”. El Lic. Calderón a los pocos
días de asumir, vestido con uniforme militar, declaró la "guerra al
narcotráfico". Su foto es elocuente. Era una acción para
"legítimizarse". Ese presidente al "ganar" las elecciones
declaró: "Como dicen en mi pueblo: haiga sido como haiga sido, gané".
Bien, por qué escribo
"na(r)coguerra". "Naco" en México es una forma despectiva
de hacer referencia a la "raza", al "México bronco", en
concreto al pueblo, a los "morenos". El ejército mexicano de arriba a
abajo está constituido por gente de la raza, del pueblo. Ese ejército registra
desde hace varios años la friolera de más de 30 mil desertores; los Zetas
"grupo de choque" de un cartel del narco, son desertores del ejército
(5.000 mil) entrenados en los EE.UU. están en guerra... contra sus semejantes
porque, al regresar a México, el narco les ofreció "mejores sueldos y
prestaciones".
Desde hace años, en efecto los
"nacos" se emplean y practican el narcotráfico ¿Quién dice que
deberían emplearse en otras actividades? Cifras optimistas hablan de 7 millones
de ninis, los pesimistas, resolvieron callar. En el DF, en las delegaciones de
Azcapozalco, Iztapala - con una población de algunos millones de habitantes- el
narcomenudeo está organizado por una figura señera de la vida social y
subjetiva de la cultura: las madres. Y es que el narcomenudeo aporta ingresos a
la familia. Cuando se estudió y documentó eso, el gobierno "de
izquierda" de López Obrador hizo desaparecer el estudio pues "el
pueblo nunca se equívoca y es honesto". Así como tampoco se habla de un
hecho de la modernidad: en esa delegación los jóvenes consumen drogas, quizás,
entre otros motivos, para soportar la realidad que les toca vivir. Bueno
convengamos que no solo los jóvenes las consumen.
Entonces, cuando se recorren las
atroces fotografías de la guerra al narcotráfico, queda claro algo: los
fotografiados luego de haber sido ajusticiados pertenecen a la raza, son nacos,
son del pueblo. Es una guerra contra los “nacos”, contra el “pueblo”. Se trata
de una guerra genocida, o con muchas tendencias para apropiarse de la práctica
eugenésica campesina de eliminar los malos cultivos o los defectuosos miembros
de tal o cual cría animal. Esa práctica se desplaza, toma como objetos a los
miembros de esa población.
A lo largo de estos años de
guerra se mostró sólo el rostro de un "ejecutivo" del narcotráfico,
el "Vicentico". Con saco de Armani y corbata de seda, era -y es- el
cerebro financiero de uno de los carteles en "guerra". Bueno él está
vivo y coleando, lo extraditaron a los EEUU, dónde está protegido pues firmó
con la DEA, un convenio de "respeto mutuo". ¿Entre quienes? Entre la
DEA -organismo del gobierno de los EEUU- con el Cartel del "Chapo"
Guzmán.
El ejército de los EEUU calculó
que para hacer prisionero al Chapo se requerían 150 mil hombres armados, en
principio, para cercar su zona. Calculó que así, quizás en 5 o 6 años lo
atraparían. El "Chapo" resolvió el enigma, se entregó. El personaje forma
parte desde hace varios años de la lista de Forbes de las diez personas más
ricas del mundo. Tiene a su servicio a los temibles "kaibiles" de
Guatemala y controla una parte importante del tráfico de heroína en Afganistán.
Sus actividades solo desplazaron el
lugar de sus oficinas centrales, ahora en funcionan en un penal de alta
seguridad que él amablemente controla, dirige y supervisa.
La indeferencia mexicana ante la
vida, cantada por el mariachi y los boleros, ahora también por el narcorrido,
hace que frente a la na(r)coguerra. Las respuestas de los humanos no son como
uno quisiera, aciendo tal o cual actividad para denotar una reacción social
subjetiva y política. ¿Cómo hacer frente a eso, sin primero aceptar que “el
pueblo” (¡¿…?!), incluso sectores como los estudiantes, absorbe estos productos,
consumen cocaína? Hoy las drogas legales y las ilegales son parte del lazo
social de arriba hacia abajo y a la inversa.
En Monterrey, Nuevo León, sede de
grupos financieros, económicos, otrora industriales muy poderosos, hay una
universidad privada, el Instituto Tecnólogico de Estudios Superiores de
Monterrey, dónde fueron masacrados por el ejército dos estudiantes, los
mejores, los de más altas calificaciones de su generación. Lo hizo el ejército.
Y luego les sembró drogas y fusiles FAL para que parecieran "narcos".
La respuesta de esa universidad
estremeció a la ciudad: se dejó de dar clases un día, se hicieron misas,
se elevaron documentos y luego a…seguir "estudiando".
En una guardería, de nombre ABC,
el 5 de julio del año 2009, murieron 49 niños y más de setenta resultaron
heridos a consecuencia de que la muerte se presentó en la forma de un incendio.
La muerte tomó la corrupción en la se habilitó y funcionaba la guardería para
hacerse presente, se llevó a muchos infantes. Estaban "guardados"
bajo llave. Una primera reacción ante esa tragedia fue hacer una misa con la
participación del Gobierno, los padres, la Iglesia y la sociedad civil. Los padres asistieron a
una misa donde estaban los responsables de la guardería. Luego, sólo algunas
madres y padres comenzaron a desplegar un duelo bajo la forma de lucha, de caminatas,
haciendo denuncias. La guardería era propiedad de parientes de la esposa del entonces
presidente Calderón. Lo atroz es la soledad que los rodea en Hermosillo, Sonora
y en el resto del país. El EZLN advirtió de esa soledad a los alumnos
sobrevivientes y a los familiares de los desaparecidos en Ayotzinapa. Notemos,
la modernidad, sea como sea que la muerte se haga presente, ha suprimido, cancelado,
acortado los ritos fúnebres, reforzó una tendencia a “privatizarlos” rediseñando otra forma de intimidad, forma
que no convoca la presencia de otr@s miembros de la comunidad ¿Cómo se hace un
duelo en las condiciones de las madres y padres de la guardería ABC? Las formas
y las actividades que algunas madres y algunos padres siguen desplegando,
quizás son una forma ¿Quién les puede decir que así no es o que debería ser de
otra forma? Ellos pese a todo hacen, a través de ellos esos infantes realizan
sus vidas no realizadas puies la muerte se los llevo.
Un botón de muestra: Ricardo
Cavallo, recién condenado a cadena perpetua por sus crimenes como miembro de la
banda paramilitar de la Escuela Mecánica de la Armada, en Buenos Aires,
Argentina, durante la dictadura cívico-militar que azotó a ese país. El
participó del secuestro, saqueo de su domicilio y consultorio, desaparición y
muerte de Francisco Belagamba, un psicoanalista. Luego con la agenda tomada del
consultorio varios de los analizantes fuimos visitados por la fuerza paramilitar,
seguro que era para llevarnos a sesiones…de vaya a saber que… Bien, Cavallo fue
designado hace unos años como administrador por el Gobierno de México del RENAVE, organismo destinado a
recolectar, tener, certificar y permitir la compra y venta de vehículos. Le
dieron un puesto que daba la posibilidad de convertir en legal su profesión
adquirida en la Esma: robo organizado de coches y otros ¡Qué tal, así es hoy la
vida empresarial para aceptar y acomodar la mano de obra capacitada! Cuando lo
detuvieron en el avión en el que pretendía fugarse, fue preso, frente a la cárcel
en México no éramos más de cincuenta
personas (en un país de más de 100 millones de habitantes). En efecto, no es
fácil sacar a la calle nuestros cuerpos ante una afectación, no salir no es
indicio de falta de afectación, quizás también es una forma de estar afectado.
El 22/11/2014 ha pasado algo un
poco más extraño, tragicómico. La sociedad del capitalismo mundial integrado,
donde la subjetividad de cada quien está fabricada, esa sociedad no descarta
nada, incluso hacer de lo descartable un elemento para obtener plusvalía –la
industria de joyería fúnebre es elocuente. Así esa sociedad engulle aquello que
se le presenta: una investigación (22/12/2014, ver periódico Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-262471-2014-12-22.html
) Se reveló que el Sr. Ricardo Cavallo (secuestrador, torturador, apropiador de
bienes y otras cuestiones durante la dictadura cívico militar de Argentina) ese
señor recibió y/o recibe de parte de la Marina de Guerra de la Argentina
una indemnización debido a enfermedades
“psíquicas” contraídas durante el cumplimiento de “sus servicios”, a lo cual
añadió un reclamo por el “daño
psicológico” producido por que su esposa fue informada por los medios del mundo
y de la Argentina de sus actividades como miembro de esa fuerza militar.
La muerte no tiene motivos: solo
es absoluta
Esta pintura o cuadro desprolijo
de las muertes producidas en el marco de una guerra genocida , guerra destinada
a descartar un sector de la población, este cuadro quizás puede abrir un horizonte
para analizar por qué suscitan tanta indiferencia y al mismo tiempo, como se
dice en los narcorridos: "La vida está para perderla, por eso la vivo
con unas tachas de buena blanca, una troca, y un buen cuerno de chivo, no le
temo a la muerte " Cuando el conjunto musical Los Tigres del Norte o
sus sucedáneos ofrecen recitales reúnen, si les va mal, a 25 mil personas, y cuando les va
bien a 40 mil. Allí los narcos son el Robin Hood del “pueblo”, al mismo tiempo
la muerte está allí cantada, esperada mientras se arriesgan a vivir lo que
dicen vivir. Esa es la muerte, un absoluto que no requiere de motivos para
llevarse ninguna vida.
Los analistas en la experiencia
de cada cura, nos guste o no, estamos “obligados” a establecer una diferencia entre
los crímenes llamados inmotivados –derivados de un cortocircuito neurológico-
de aquellos crímenes ejecutados a partir de un motivo (celos, odio, amor,
competencia, reparto de mercados o ganancias…)
Paul Guiraud escribió en 1931 Los
homicidios inmotivados:
Deseamos llamar la atención sobre otra categoría de homicidios
realizados por alienados, sin intervención de una impulsión o de una cólera
patológica, y que incluso no parecen motivados por una idea delirante. Estos
hechos no fijaron demasiado la reflexión de los médicos legistas y esto se
comprende. La alienación mental y la irresponsabilidad de sus autores es
evidente, y sobre todo son necesarias consideraciones hipotéticas para
explicarlas. Esta disposición no concuerda mucho con el rigor y la certeza necesarias
en medicina legal. Una ciencia sólo es posible si admite al menos como un
postulado la determinación rigurosa de los fenómenos que estudia. Los
alienistas deben pues estar convencidos que todos los actos de los alienados,
por más extravagantes e inesperados que sean, tienen causas precisas al igual
que los actos de los más normales. Aunque incierto y siempre vacilante, el
estudio de los homicidios aparentemente inmotivados puede suscitar problemas
interesantes (Texto íntegro en: http://www.vivilibros.com/excesos/05-a-04.htm
)
Jacques Lacan en Acerca
de la causalidad psíquica, apartado La
causalidad esencial de la locura, se pronuncia sobre las propuestas de
Guiraud:
…aún más lejos va Guiraud,
mecanicista, cuando en su artículo acerca de los homicidios inmotivados se
afana en reconocer que lo que el alienado trata de alcanzar en el objeto al que
golpea no es otra cosa que el kakon de su propio ser.
El kakon es un término
griego para designar al mal que nos habita, es un mal que tenemos en nuestro
interior, una situación cotidiana lo muestra: el dolor de una nuestras piezas
dentales, cuando ese dolor nos atormenta solo queremos arrojar fuera ese dolor,
que nos lo saquen a cómo de lugar ese diente añadiendo más dolor para arrojar ese kakon de
nuestro sufrimiento. El kakon nos coloca frente a una sociedad, en la que hoy
vivimos, sociedad en la inocencia se perdió pues Dios ya no está para protegernos,
inocentes o no. Esa sociedad en que la
inocencia incrementa geométricamente la barbarie civilizada que nos hace el
objeto posible del “bienestar” eugenésico, entonces en esas condiciones cómo
hacer frente a la presencia de la muerte y su absoluto que no tiene condiciones
ni motivos.
Recordemos el proverbio de los
bamilekees: “Uno solo es tomado por un asunto si allí colocó antes su cuerpo”, eso ubica nuestro
cuerpo para movernos en la vida, la muerte no busca motivos para hacerse
presente, a cada uno nos tocan los motivos, los deseos de vivir la vida hasta
que la tengamos, después The rest is silence!
* El presente texto es una
re-escritura de un tema ya expuesto en el año 2011.
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