Magnetizado, Ricardo Melogno:
                                   La “libertad” del “encierro” ¿…?*

*A cargo de Alberto Sladogna, psicoanalista

Viernes 12 de julio a las 9,30 horas. Hospital Borda, Dr. Ramón Carrillo 375, CABA, Unidad de Consultorio Externos. Están invitados.


                

-¿Podés describir algo de la sensación corporal asociada a esa frase “es el que viene”?

A veces…, ponele, ves un plato de comida y ver esa cosa te da hambre. Esto era al revés. Algo interno: medio día, te hace ruido la panza, sentís algo. ¿Qué es? Hambre. Aunque no viste comida, el cuerpo pide comida. Esto era un poco lo mismo. Una sensación física. No tengo otra manera de explicarlo… Era una sensación corporal… Y de repente tenía la sensación: “El que viene.” Sin haberlo visto. Antes de que apareciera a la vista. “El que viene es.” Era como una premonición, un sentimiento de premonición” (Carlos Busqued, Magnetizado, pp.75/76)

Ricardo Melogno así describió la secuencia de sus cuatro asesinatos en 1982, La Matanza, CABA, Argentina. El acto con sus efectos, carece de “buena prensa” en la literatura psicoanalítica. Jacques Lacan dedicó un seminario al “El acto analítico” (1967/1968): “El acto psicoanalítico designa una forma, una envoltura, una estructura tal que de algún​ ​modo suspenda todo lo que esta instituido hasta ahora, formulado, producido como estatuto​ del acto, en su propia ley…” (6/12/1967) ¿Cuál? Una ley que instala una incierta separación entre el hacer y el pensar, incertidumbre de esa separación que afecta al analista.

Ricardo Melogno lleva más de treinta años en la cárcel debido a que sus crímenes carecen de un “un motivo” ¿…? Años de prisión en la cárcel del Otro, pese a ello construyó un espacio singular para ejercer su “libertad”. La cárcel como lugar de una libertad no fue ajeno a Lacan: El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma (1945). El texto despliega un acto en una cárcel que daría una “libertad”, Lacan añadió en 1966: “El colectivo no es nada sino el sujeto/tema de lo individual” En 1973, Congreso de la Grande-Motte, Lacan efectúa un acto advertido que atraviesa tres tiempos: mirar, comprender, concluir atravesados al mismo tiempo, ninguno gobierna a los otros.

Ricardo Melogno deja un testimonio: “La única expectativa que tengo, la única deuda trascendental, es ser una persona. Yo fui una cucaracha. Y después un monstruo. Y después un preso. Me gustaría ser una persona. O sea, no ocultar lo que fui, pero… Ser una persona común. Cuanto más pueda desaparecer entre la gente, mejor. Esa deuda pendiente, de ser uno más. Perdido en el montón.” (Carlos Busqued, “Magnetizado”, Anagrama, febrero, 2018)



Melogno deja enseñanzas para el análisis, en particular, su testimonio de un​o de sus​ cambio​s​ subjetivo​s​ al encontrarse con una mujer “poderosa”: “Y acá verla desde arriba, por así decirlo…ahora es otra cosa”… Ella no sabía nada de lo que yo había hecho. Para esa persona, yo seguía siendo el mismo. No había un cambio en el otro, en su mirada hacia mí. Para el otro, yo seguía siendo lo mismo. Pero era diferente yo al recibir la mirada del otro.. Algo interior mismo que había cambiado. No se si me hago entender…la persona que mató tiene siempre cierto grado de destrabe por dentro, a partir de la muerte… Después de los hechos hay un cambio trascendental. Las muertes significan un cambio… El cambio es imperceptible en el momento… “Sólo en el abismo el hombre evoluciona” (Magnetizado, pp.77-78) ¿Qué será un abismo sin bordes?

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