Borrador de notas: G-H.Melenotte:¿En qué “Las confesiones de la carne” no pueden ser ignoradas?, transcripción
Seminario de George-Henri Melenotte: En qué “Las
confesiones de la carne” no pueden ser ignoradas *
20 de octubre de 2018
Lugar: Montevideo, Uruguay
*Nota de Alberto
Sladogna: “Texto” de la presentación oral de George-Henri Melenotte de la fecha del 20 de octubre, en su seminario titulado: En qué "Las confesiones de la carne" no pueden ser ignoradas" (actividad de la elp, en Montevideo, Uruguay). No fue posible, hasta el momento obtener una grabación de la sesión del 19 de octubre del 2018. Este "texto" es resultado de la transcripción
de la traducción sucesiva al castellano que efectuaron Beatriz Rama, y en breves momentos Raquel
Capurro. La transcripción al escrito fue realizada por Natalia X. Sladogna. Este "texto" está constituido a la manera de un borrador no revisado por George-Henri Melenotte.
Para aproximarse al despliegue efectuado por George-Henri Melenotte dejamos el link de los dos primeros capitulos en castellano del libro de Michael Foucault , Las confesiones de la carne:
Capítulo I, La formación de una nueva experiencia:
Capitulo II; Ser virgen:
Jornada del 20
de octubre del 2018
-Ruben Quepfert: Bien. Buenos
días vamos a comenzar. Bueno les damos
la bienvenida. Vamos a comenzar con la segunda sesión del seminario: “¿En qué “Las
confesiones de la carne” no pueden ser ignoradas?”. Vamos a tener dos partes de
más o menos 1 hora y una breve discusión después de cada una de las sesiones y
un café en el medio.
-George-Henri: Como ya anunciamos, después de una presentación del método
genealógico de Foucault. Ahora propongo retomar su análisis de la relación
sexual según Clemente de Alejandría. Es por lo tanto la lectura del texto de Clemente
el que les voy a someter. Se ve ahí la problematización que plantea Foucault en
la construcción del edificio genealógico e histórico y crítico de las
confesiones. El libro se divide en 3 partes: la primera lleva por título: La
formación de una nueva experiencia. La segunda: Ser virgen. La tercera: Estar
casado.
La primera parte
titulada “La formación de una experiencia novedosa”. Con lleva cuatro subpartes: Una
parte: Creación y procreación; Dos: el bautismo laborioso; Tres: la segunda
penitencia; Cuatro:El arte de las artes.
En “Creación y
procreación” Foucault describe el giro que aparece en el siglo II con Clemente
de Alejandría. Este, Clemente, establece una relación entre la práctica sexual
y el matrimonio. Hasta ese momento las Afrodisia estaban separadas. Con Clemente,
Diapositiva 1: El tema de las relaciones sexuales, las Afrodicia, ahora está fuertemente subordinado al tema del matrimonio. Perdiendo su independencia hasta el punto que el término Afrodicia no a parece más en el texto de Clemente. Esta puesta en relación no ocurre sin que a la vez se ponga en su lugar un lazo entre la relación sexual y el logos.
Cito a Foucault “el Kairos de la relación sexual, se define
por el lazo de éste con el logos”. Con Clemente la relación sexual está en
relación con diversos términos: las relaciones sexuales, el matrimonio y la
progenitura. Ese punto no es nuevo.
Diapositiva 2: Se la encuentra en los filósofos ya sea bajo la forma de una
relación de tres términos. Ninguna relación sexual fuera del matrimonio, ningún
matrimonio que no busque como finalidad su progenie. Ya sea bajo la forma de
una condena directa de toda relación sexual que no tenga por objetivo la
procreación.
La relación
sexual según Clemente, tiene un objetivo y una finalidad.
Diapositiva 3: el objetivo
(Scopos)
de la relación sexual radicaría en la existencia de la progenie. La finalidad (telos)
radicaría en el vínculo positivo con ésta progenie, en la realización que ésta
constituye.
Como ustedes ven
Clemente le da a las relaciones sexuales una finalidad utilitaria. Las
relaciones sexuales tienen como finalidad la constitución de la progenie. Pero
no se queda en esa. Y es más importante la finalidad que el objetivo.
Diapositiva 4: lo que le importa a Clemente es su finalidad. El sembrador solo
planta por causa de sí mismo. En lo que concierne al hombre, debe plantar por
causa de Dios. El acto de procreación debe ser hecho por causa de Dios. En la
medida en que en principio es Dios quien lo prescribe diciendo: multiplicaos.
Pero también porque procreando el hombre es a semejanza de Dios y de esa forma
colabora con el nacimiento del hombre.
Ven que aquí
aparecen tres proposiciones. Primera: Dios es la causa de la relación sexual. El
hombre debe plantar por causa, a causa de Dios. Segunda: esa relación esta
prescrita por Dios: multiplicaos. Tercera: El hombre está a imagen de Dios puesto que
colabora en su obra participando en su propio nacimiento. Según Clemente, la relación
sexual no solo existe, sino que es además una prescripción de Dios que es su
causa. Con él la relación sexual en el hombre se hace a imagen de Dios.
Dos
señalamientos: Uno: si no hay relación sexual todo el aparataje de
la imagen de Dios y de la colaboración del hombre con su propio nacimiento cae. Si no hay necesidad de Dios
en el campo de la relación sexual, afirmar la inexistencia de esa relación, supone
la inexistencia de Dios como el que prescribiría esa relación y del hombre como
su imagen. Desaparece en ese momento la colaboración del hombre con Dios en su
propio nacimiento. Pueden ver la importanca del Il n'y a pas de rapport sexuel de Lacan. Que no se limita solo a la cuestión
de la relación sexual. Si seguimos lo que dice Clemente, vemos que esa
afirmación tiene toda una serie de consecuencias.
Segundo
señalamiento: a partir del siglo II., con la
genealogía del sujeto del deseo, aparece que esa relación, la relación sexual
es ordenada por Dios como causa. Con Clemente, las relaciones sexuales son
asunto de Dios. Tienen un lugar: el matrimonio y un objetivo: la procreación. Clemente
retoma por cuenta suya una reglamentación de las relaciones sexuales que proviene
de la sabiduría estoica y platónica. Cito a Foucault:
Diapositiva 5: Las ha vuelto a pensar y las integro dentro de una concepción que
se preocupa por recordar en pocas frases, dentro de la creación. Pone en juego
las relaciones del hombre con su creador. De Dios con sus creaturas.
Clemente sigue
diciendo que observar las leyes de la naturaleza es seguir las enseñanzas de
las leyes del logos. Es decir seguir los mandamientos que nos da Dios. Es el
caso de la relación sexual. Tal relación se da como respuesta a la naturaleza.
La relación es la realización de la pedagogía de Dios. Esta pedagogía se ejerce
en tres terrenos: primero la organización de los cuerpos como sexuados; segundo
las reglas de la razón humana y tercero la enseñanza de los filósofos y las
palabras de la escritura.
Practicar el
acto sexual nos conduce a seguir esa pedagogía de Dios. A seguir la enseñanza
del logos que establece la relación entre el hombre y Dios. La obediencia es enseñanza,
puede darle a la relación conyugal procreadora el valor de una sinergia con Dios.
Cuerpos sexuados. Razón humana y enseñanza de los filósofos, cuando Foucault
habla de los filósofos habla de los filósofos estoicos y platónicos.
Acá en el texto
de Clemente; cuerpos sexuados, razón humana y enseñanza de los filósofos
convergen en la obediencia a Dios. Dios es pedagogo. Por su logos, enseña al
hombre las maneras que ha de hacer suyas para respetar una sinergia con él. La
relación sexual no es solo una relación con un partenaire sexual, según sus
modos será una relación de un sujeto respetuoso del logos con Dios. La
naturaleza enseña una triple lógica: La de la naturaleza animal que es la
nuestra. La de la naturaleza humana y la relación del alma razonable con el
cuerpo. Y por último la de la creación y la relación con el creador. Obedecer a
estas tres lógicas resuelve en último término la relación sexual con la
creación y el creador.
En el terreno
animal, la hiena posee una cavidad que está aparte de la generación. La hiena
se abre a la posibilidad de relaciones sexuales contra natura, sin otra
finalidad que su lascivia. De ahí el carácter condenable de esta actividad,
cortada de la reproducción. La cavidad como un órgano en exceso, permite a la
hiena tener actividades por nada, para nada. Ahora de su costado la liebre se caracteriza por el desborde
sexual en su comportamiento para la fecundación. Para Clemente la liebre hace
demasiado, exagera. Foucault observa que Clemente se comporta como un
naturalista. Eliminando a todo lo que concierne al ser social del hombre. Y colocando
de forma predominante, las prácticas sexuales bajo el signo de la naturaleza.
Foucault resume así
lo que dice Clemente: la naturaleza indica que debe haber exacta coextensión
entre la intención procreadora y el acto sexual. Con los juegos de contra
natura que ella misma organiza, la naturaleza muestra que es principio de
coextensión, es un hecho que se puede leer en la anatomía de las bestias y es
una exigencia que condena a todo aquel que se le escapa. Este principio
prohibiría entonces, por un lado, a todo acto que se realizara por fuera de los
órganos de la fecundación. Principio de la hiena. Y por otro, todo acto que
vendría a sobre agregarse a la fecundación realizada: principio de la liebre.
Esa es la originalidad
de Clemente. Establecer de manera verdadera el libro de la naturaleza como logos.
En donde el hombre se deja enseñar para fundar su relación a Dios. Sin embargo,
el hombre no es un puro animal. Tiene un alma razonable dice Clemente. Esta es
superior a su animalidad. Clemente precisa que la animalidad es el cuerpo, su
vientre. Esa alma tiene la función de regular la animalidad, la atempera.
Manteniéndola bajo una cierta forma de reserva.
Diapositiva 6: esta salvedad es por lo tanto la regla que debe presidir el
ejercicio del dominio del alma sobre el cuerpo. ¿En qué consiste este dominio?
En hacer dentro de las uniones legítimas, solo lo que es conveniente, lo que es
útil y lo que tiene decencia.
Todo sería igual
para el hombre puesto que su naturaleza es animal, pero como tiene un alma
controla a su cuerpo. Quedando en el respeto por la naturaleza esta alma hace
que el vocabulario cambie. La obediencia al logos le da al alma su superioridad
sobre el cuerpo. Entonces ¿Qué forma puede tomar esa reserva que manifiesta el
gobierno de la razón sobre los apetitos del cuerpo?
Clemente da cuatro
principales razones, que son otras tantas delimitaciones o restricciones. La primera delimita las relaciones sexuales
con la mujer con la que se está ligado por el matrimonio. Dijo Platón “No labrar en cualquier terreno femenino”.
Clemente ubica allí la seguridad de que la cimiente no llegue a perderse en
algún lugar sin honor. La cimiente en sí misma es un valor certero, por lo que
ella contiene y por lo que ella promete: la procreación. Con eso que en ella
remite a la sinergia entre Dios y el hombre, con el propósito de llegar a su
finalidad natural por lo que se reconoce como ilegítimo e injusto el hecho de
confiarla a cualquier otra que no sea la esposa a la que se está unido. La
cimiente, como ustedes ven, debe llegar a su receptáculo verdadero, auténtico.
A falta de eso, es ilegítimo e injusta porque escapa entonces a la sinergia del
hombre con Dios.
Segunda
delimitación del alma:
Diapositiva 9: Otro principio de restricción: La abstinencia de relaciones
sexuales durante la regla. No es acorde a la razón ensuciar con las impurezas
del cuerpo la parte más fecunda del esperma que puede devenir prontamente en un
ser vivo, ahogarlo en el derrame turbio e impuro de la materia. Es el posible
germen de un nacimiento feliz, que estaría de esa forma escondido entre los surcos
de la matriz.
Como el esperma
está destinado a la procreación, todo el contacto con la sustancia impura
estorba su finalidad que es la procreación. Pueden ver el interés de este análisis,
Foucault encuentra en Clemente…. El interés de Foucault en la lectura de Clemente
es ver como el discurso, el saber producido por los padres de la iglesia es un
saber práctico que modifica las conductas sexuales para orientarlas en la vida
de la sinergia con Dios. Así ven como los saberes entran en concordancia con
los sistemas de poder para producir una subjetividad del sujeto del deseo
adecuada con la verdad que es esa sinergia con Dios. Podemos decir que todas estas son
construcciones arbitrarias, lo dice.
Tercera
restricción.
Diapositiva 10: La prohibición de las relaciones durante el embarazo constituye
algo recíproco al principio precedente. Se debe proteger la matriz, una vez que
ha acogido la semilla y ha comenzado su labor. Vacía la matriz quiere procrear,
busca recibir la cimiente. Y en consecuencia de la cópula, no puede ser
considerado un pecado porque responde a ese legítimo deseo. No todo momento es
favorable para la cimiente proyectada en el útero durante los encuentros
sexuales. Cuando cesa la hemorragia sexual y la matriz está vacía es el momento
en que las mujeres son proclives al acto venéreo y lo desean.
Principio
entonces del vacío y del lleno. Vacía la matriz empuja hacia el acto de
procreación. Llena, la matriz ha de ser protegida para que pueda cumplir su
oficio de generación. Hay pues momentos, en los que el acto sexual puede
ocurrir. Hay ventanas temporales. En otros momentos, no es más el caso, el acto
sexual no debe y no puede tener lugar.
Cuarta
restricción.
Diapositiva 11: ¿Qué pasa en relación al hombre? Si el cuerpo es tan violentamente
sacudido durante la emisión de semen, es porque se le desprende y es proyectada
una sustancia que en sí misma constituye las razones materiales que permitirán
hacer otro hombre semejante a ese del que proviene.
Esto es muy
importante. Clemente evoca claramente, la colaboración de Dios en la obra de
carne propiamente masculina que es la emisión de esperma. La restricción tiene
como objetivo el hecho de no abusar de esa emisión, que puede ser costosa para
el cuerpo, pero estorbar, dañar también la sinergia del acto con Dios. Entonces
la emisión masculina del esperma tiene que estar atemperada. Todo exceso
estorba o daña la sinergia del hombre con Dios. Entonces la regulación del alma
es algo decisivo porque impide el abuso. Lo que significa prohibición de la
masturbación, prohibición de emisión de esperma por fuera del matrimonio, y en
el matrimonio prohibición de emisión de esperma que no apunte a la procreación.
Estas cuatro
restricciones: limitar la relación sexual al matrimonio, la abstinencia durante
la regla y durante el embarazo y la limitación de la emisión de la simiente, están en el origen de una serie de prescripciones. Algunas prohíben el aborto,
otras recomiendan no tener relaciones sexuales durante el día, al salir de la
iglesia o al salir de una reunión o durante la oración. Sería un buen momento
de sinergia con Dios tenerlas durante la oración…
Estas
prescripciones impiden tratar a su mujer como prostituta y proscriben el matrimonio
de los jóvenes y de los viejos. Entonces estas prescripciones forman un código
de templanza y un código del que Clemente elige los principios.
Diapositiva 12: El hombre debe permanecer en el dominio de sus deseos. No dejarse
llevar por su violencia. No entregarse sin control de la razón a los impulsos
del cuerpo.
Clemente
adelanta respecto a las relaciones sexuales la noción de temporalidad. Hay un
buen momento para ello. Es el momento en que se abre la sinergia entre hombre y
Dios. Ese momento supone que la simiente encuentre el buen receptáculo que va a
traer como consecuencia la fecundación. Ese receptáculo no tiene que estar
manchado de impurezas y tiene que estar disponible, hay que evitar el tráfico.
La fecundación
culmina en la fabricación de un hombre por otro hombre según las leyes del
logos. Es la creación conforme el plan del creador. La relación sexual se
acompaña de la relación con Dios. El hombre colabora en ese momento con el
creador en la fabricación del hombre. Todo lo que en las prácticas sexuales se
sale de esta finalidad, es ilegítimo e injusto.
Ustedes pueden ver que cuando Foucault dice que no entiendo porque se ha introducido una preocupación ética en las relaciones sexuales, es lo que hace Clemente. El dice esto es lo legítimo y eso es lo que no lo es. Esto es lo justo y esto es lo injusto. El poder que se ejerce sobre las relaciones sexuales es de naturaleza moral. La obediencia al logos no es solo una manera de entrar en sinergia con Dios, sino que también por la pureza que ese supone apertura a la vida eterna.
Diapositiva 13: El cuerpo intemperante se pudrirá porque Dios abandonándolo lo
deja en el estado de cadáver. Mientras que permanece temperante, mesurado, se
revestirá de una incorruptibilidad. La del logos que habita en él y que le
permitirá acceder a la vida eterna.
Pueden ver que
el cuerpo, si el individuo no obedece a la pedagogía de Dios, su cuerpo
intemperante va a pudrirse. Va a morir y no accederá nunca a la vida eterna. La
Sanción. Hay ahí un intercambio del estilo doy si me das que se diría así: te
doy mi obediencia, sacrifico a la pureza y a cambio me das la vida eterna. Lo
que está en juego es grande, porque se trata de darle al cuerpo una función
particular.
Diapositiva 14: En esta concepción de la templanza de Clemente hay más que la sola
exigencia de un equilibrio adecuadamente dominado entre el cuerpo y la razón.
Tampoco es a la manera dualista un rechazo radical del cuerpo como principio
sustancial del mal. No se trata de un encarcelamiento, sino de una forma de
habitar del logos en el cuerpo. Y la templanza consiste en lograr que ese
cuerpo se convierta o permanezca en el templo de Dios. Y que sus miembros sean
y permanezcan siendo los miembros de Cristo.
El cuerpo no es
solamente el lugar de los deseos que se han de soportar, es el lugar de un uso
adecuado a su función. Debe convertirse y ser el templo de Dios. Los que tienen
el poder de ese cuerpo, los que tienen ese cuerpo, son y permanecen siendo los
miembros de Cristo. El cuerpo es el lugar de lo que está en juego de forma
decisiva que hará que se alcance o no la sociedad de los
miembros de Cristo.
Diapositiva 15: La templanza no es un desgarramiento del cuerpo, es un movimiento
del logos incorruptible en el cuerpo mismo. Movimiento que lo conduce hasta esa
otra vida en la que y solo en ella puede ser llevado a cabo la vida angelical.
En la que la carne purificada por entero ya no conocerá la diferencia de los
sexos y las relaciones que los unen.
Esto es un punto
muy señalable, a subrayar. En la vida evangélica la carne está totalmente
purificada. Lo que significa que no hay diferencia de los sexos, no hay
relación sexual. Es muy llamativo. Todo esto según Clemente.
La templanza es
una operación mediante la cual las relaciones sexuales apuntan a la
purificación de la carne. El objetivo es acceder a “otra vida”. Otra vida que
abrirá a la vida evangélica. La carne purificada, cito: “no conocerá más la diferencia de los sexos y las relaciones que los
unen”. Es decir, hasta qué punto la templanza es una virtud necesaria para
alcanzar la vida evangélica.
En esa vida la
relación sexual desaparece en pro de una vida donde ya no tendrá sentido que
exista. Puesto que no habrá más diferencia de sexos ni de relaciones sexuales.
La purificación de la carne que así esta como objetivo permite acceder a la
vida evangélica que es una vida sin relaciones sexuales. Este punto tiene el
mayor interés en lo que nos concierne.
Diapositiva 16: de esta forma se presenta la idea de que desde el
matrimonio, que es la ley del mundo, el abandono de las obras de la carne y de
la incorruptibilidad por la que estamos cubiertos, es lo que nos permite
continuar una vida a la misma medida de los ángeles.
Vida a la misma
medida de los ángeles es una vida sin relaciones sexuales. Foucault constata que
este tema de la incorruptibilidad que se desarrolla en el siglo II con Clemente
y sobre todo en el siglo IV con San Agustín va a tomar una creciente
importancia sobretodo bajo la influencia del ascetismo monástico. Tema de la pureza rigurosa del pensamiento.
Tema de la virginidad el corazón como condición de la vida evangélica.
Entonces, según Clemente, tener una relación sexual no constituye pecado. Constituye el pecado es no tenerla en el buen momento, cuando eso era conveniente. No hay que dejar pasar el kairos. De este modo Adán y Eva, según Clemente, se unieron muy jóvenes en contra de las ordenes que les habían sido dadas. Cito a Foucault: “de algún modo infligir la economía del kairos e ignoraron la ley del tiempo”.
Clemente subraya
Foucault, construye una ética del matrimonio y una economía detallada de las
relaciones sexuales. Definió un régimen sexual del matrimonio mismo, de estas
prescripciones, las de Clemente les da una significación religiosa integrándolas
en su concepción del logos. Apoyándose en un código ya constituido, construido
y cito aquí a Foucault: “construye una
moral y un pensamiento de una moral de las relaciones sexuales cristianas”.
Mostrando de este modo que había más de una posible.
De la lectura foucaultiana
de los textos de Clemente, las prescripciones y el código de templanza responden
a la preocupación de inscribir las relaciones sexuales en una dimensión ética.
En la que se colocan en su lugar, un encuadre de estas prácticas orientado
hacia el acceso a la vida evangélica. Foucault observa
que el cristianismo de Clemente es un cristianismo helenizante, estoicizante
con tendencia de naturalizar la ética de las relaciones. Que zanjará una
distancia con lo que traerá San Agustín. Cito: “Más austero, más pesimista, que no pensara la naturaleza humana sino a
partir de la caída y afectando por lo tanto las relaciones sexuales con un
índice negativo”.
Mientras tanto con Clemente, como ustedes ven, si se obedece las prescripciones del logos no hay signo negativo que marque a las relaciones sexuales. Foucault subraya que con Clemente se construye una forma de la subjetividad que responderá al siguiente criterio:
Diapositiva 17: ejercicio de sí sobre sí. Conocimiento de sí, por sí. Constitución
de sí mismo como objeto de investigación y de discurso. Liberación, purificación
de sí mismo y salvación. A través de operaciones que elevan la luz hasta el
fondo de sí y conducen los más profundos secretos hacia la luz, de
manifestación redentora.
A partir del momento
en que , dice Foucault, para Clemente es una forma de experiencia. Entendido
como forma de presencia a sí mismo y un esquema de la transformación de sí que
se elaboró en ese momento. Foucault muestra que el aporte de Clemente descansa
en la relación fundamental con la carne que atraviesa toda la vida y subtiende
las reglas que se le imponen. De este modo partimos de la relación sexual y con
su analisis crítico Foucault nos ha llevado el problema de la carne como pivote
del aporte de Clemente. Y Foucault da de la carne la siguiente definición:
Diapositiva 18: La carne debe ser entendida como un modo de la experiencia. Es
decir como un modo de conocimiento y de transformación de sí por sí. Sobre la
base de una determinada relación entre anulación del mal y manifestación de la
verdad.
Rubén Quepfert: Acá termina la
primera parte de la exposición de la mañana. Podemos discutir un ratito.
-Habla Participante Gracias
por la exposición. Me pareció bien interesante cuando empezaste a trabajar esto
de Foucault cuando habla en relación con Clemente del siglo II DC y esto se
lleva hasta el siglo IV, como parte de la formación de usos y costumbres
respecto de la sexualidad en relación al Dios cristiano sobre todo y ahí lo que
está planteado desde el inicio en tu presentación en la mañana de hoy, son dos aspectos
vinculados a la naturalidad de la sexualidad representada por dos ejemplos: la
hiena y la liebre. Mi interés era señalar en algo que, después un poco quedó,
un poco relegado en el análisis, pero que está presente a lo largo de toda la
cristiandad, como tu desis. Hasta el momento mismo de los siglos medievales, y en
relación con la vida de retiro eclesiástico, pero con incidencia en la unidad
civil. En el resto de la población, sobre todo en occidente. Y es esta doble significación
de respetar los tiempos en los que es correcto llevar adelante el uso de la
carne: no al salir de la iglesia, no a la hora de la oración, no, no…Pero el
ejemplo de la hiena va a trabajar incluso entre los iluministas, y sobre todo
los iluministas franceses y de la parte, que tiene que ver con los iluministas
de eclesial en la zona de Bélgica y de Holanda. En la zona flamenca. Y es que
muy frecuentemente la hiena aparece en las letras principales de la iluminación
y generalmente esto está vinculado a una temática que tiene que ver con el
pecado nefando. Es decir que el tema está vinculado a lo que en la iglesia se
llamaba el pecado sodomítico. Donde lo que se señala fundamentalmente no es la
inoportunidad temporal, sino que va a ser el lugar donde se vacía la simiente,
que como en la hiena aparece como un
orificio sin salida y sin posibilidades de procreación. Entonces
sistemáticamente a lo largo de todos esos siglos y sobre todo atravesados por
la influencia de Séneca, en las cartas morales a Simplisius o también con Marco
Aurelio. Con toda la corriente Estoisista, e incluso en Epicteto, va a aparecer
progresivamente esta cosa de ordenar la vida moral y el acceso a la perfección
con los cuidados y los usos de la carne. Y siempre existe esta doble situación:
el cómo se usa la carne y el dónde se deposita el deseo. Y esto ha tenido todo
el sistema cultural, la construcción, la generación de una experiencia en el
mundo autodenominado occidental y cristiano. Pero que esto opera más allá de la
influencia de la religión católica fundamentalmente. Porque, por ejemplo, en el
Uruguay gnóstico del siglo XIX, avanzado, positivista y todo lo demás. El
código específicamente penal del año 1930 establece como una de las causales
posibles de separación del vínculo matrimonial, cuando ni siquiera estaba planteado
el divorcio como una alternativa posible a efectivizar, van a pasar unos años
más para que esto se desarrolle. Sustentado en el codoroso italiano, atravesado
por el positivismo como una fuente no reconocida de jurisprudencia, pero
oficiante. Es una causal de separación y eventualmente punitiva legalmente, lo
que se llama una relación sexual de vaso indebido, El punto de vista de la
jurisprudencia. Es decir que alguien puede apelar a la separación hasta el día
de hoy, porque esto no ha sido derogado legalmente, cuando alguien reclame que
si hay una solicitud o una demanda de alguien de los cónyuges para tener
relación por algún orificio o lugar donde no haya perspectiva de la procreación
asegurada. Y es la influencia en pleno conceptualización liberal, democrática,
burguesa del siglo XIX, que sigue trabajando esto que es una formulación desde
el siglo II. Desde los padres de la iglesia hasta el día de hoy. Parte de lo
que aparece cuestionando fuertemente la sexualidad y su derecho a una cierta...
o su acceso a una cierta nobleza del espíritu, perfeccionamiento de sí, no
solamente cuando se pone en juego la carne sino donde se lo pone en juego. Y esto sigue teniendo vigencia hasta el día
de hoy. Incluso, deplorablemente y más recientemente en la zona geográfica,
actualmente en Brasil. En este momento con particular violencia y acá en
Montevideo, en Uruguay, en o oportunidades aparece nuevamente este discurso, de
una cierta matización vinculada a la carne, siempre con carácter de censura, de
punición y en relación a estos usos, sobre todo. Si hay una perspectiva en el
amor y en la práctica sexual vinculada o no a una procreación y si esto debe
ser censurado, castigado o aceptado.
-George-Henri: Gracias, muchas Gracias.
-Participante: buenos días a todos.
Estando en España, leo en un diario, que una diputada había presentado un
proyecto que todavía no se trató porque le falta lograr un quórum. Para
penalizar la masturbación. No sé cómo van a hacer para saberlo, pero bueno.
Bueno algo van a idear, pondrán cámaras en los baños… pero penalizar. Me llamó
la atención, ¡estaban logrando quórum! Uno dice: es un proyecto loco, no va a
avanzar, ¡pero está arrancando! Por este tema que estamos viendo, simplemente
esto.
-George-Henri: Hay dos cosas que quiero
decir, la primera cosa es que, según Foucault, la introducción de la
jurisprudencia es el hecho del trabajo de San Agustín. Hay un cambio en el
trabajo de los padres de la iglesia que empieza con San Agustín. La introducción
de la responsabilidad jurídica del sujeto en sus actos es un efecto del trabajo
de San Agustín, siglo IV. El segundo punto, el segundo tema, es el asunto de la
aceptabilidad de estas prescripciones, porque la gente en el siglo II aceptó
todas estas prescripciones sobre la intimidad de su sexualidad. ¿Por qué la
gente acepta las prescripciones de Clemente? Porque el discurso de Clemente es
un discurso muy fuerte. Sus referencias a la sinergia del hombre con Dios
significan que hay, sino obedeces a estas prescripciones tu cuerpo va a
podrirse. Son órdenes, no son órdenes del padre de la iglesia, son órdenes del
logos. Dios es un pedagogo, el logos es hecho por las prescripciones de Dios.
Si tú no obedeces a estas prescripciones, la entrada en la vida evangélica está
herida. Pienso que es una referencia a la entrada en el paraíso, es una
referencia a una vida feliz después de la muerte. No hay para Clemente una vida
después de la muerte, es una posibilidad.
-Participante: yo pienso que hasta el
siglo II la comunidad cristiana estaba obsesionada con seguir la vida de los
apóstoles y seguir la vida del Evangelio. La vida Evangélica va a ser uno de
los puntos de renovación en la historia de la iglesia; volver a la vida
evangélica. Pero que no es lo mismo que la vida Angélica. Los ángeles son los
únicos que no tienen cuerpo, son individualidades absolutas que no tienen
cuerpo y que pecaron no por la carne, sino por el orgullo. El pecado de los
ángeles no es lo mismo, por lo cual se convirtieron en demonios. Para mí me
confundió lo mismo que a Graciela, la cuestión de…la vida angélica.
-George-Henri: La vida angelical. Si no
es lo mismo, la vida angélica.
-Participante: una cosa mínima, otra de
las características de la vida angélica es que está prometida a todo el
mundo. O sea cae la idea del pueblo elegido, es prometido a todo el mundo.
-George-Henri: A todo el
mundo si obedeces las prescripciones.
-Participante: Claro, hay condiciones,
pero ya no para un pueblo elegido, sino potencialmente a todo el mundo que
acate a obedecer.
-George-Henri: El acceso a la vida
angélica es posible para los que obedecen al logos. Lo que me parece importante
es que según Clemente hay una partición en la población entre los que obedecen
y los que no obedecen a estas prescripciones.
-Participante: tenía una pregunta en
torno a esto y es ¿si Foucault trabaja la diferencia entre carne y cuerpo? Pensando
en el sentido de la resurrección, la resurrección de los cuerpos. Y ¿de qué manera eso juega? Porque digamos
hay una promesa supuesta de conservar la carne para un más allá. Y quiero hacer
un comentario de un descubrimiento que me sorprendió y que me parece intereSante
y es que Lacan en el estadio del espejo 1949 habla de la “asunción
jubilatoria”. La “asunción jubilatoria” tiene que ver con un dogma de la
iglesia Sancionado en 1950, año siguiente. Y que tiene que ver con la
anticipación, y que es otra palabra muy de Lacan. La anticipación de algo que
vendría después del acceso a lo que sería el cuerpo glorioso que es una cuestión
de definición teológica, supongo. Pero me parece intereSante porque de hecho
Lacan utiliza términos que son muy religiosos.
-Participante: La asunción, es la
creencia en que la virgen María fue subida al cielo en cuerpo y alma. Es un único
caso, y que eso es un dogma. Fue proclamado un dogma tardío en los años 50,
1950. La de Jesús es una asunción y es única, porque es por resurrección. La
virgen no resucitó, sino que fue elevada asunta, elevada al cielo. Y otra cosa que quería agregar es que, en el
credo católico del cristianismo, creo en la resurrección de la carne. Es uno de
los versículos, de los pecados y la vida eterna.
-George-Henri: Hay dos temas que me
parecen muy importantes.
-Participante: Tengo la posibilidad de reírme,
porque José A. pudo hacer un comentario que a mí me costó una amistad con un
amigo francés que lee mucho a Lacan al pie de la letra y cuando se me ocurrió
transmitirle hace algunos años, que, en una conversación con Judith Butler,
ella me decía: “¿pero nunca te detuviste a ver qué Lacan en el estadio del
espejo habla de la asunción?” Y yo me quedé con esa idea y se la transmití a un
amigo y me decía: “¡No, es imposible! En el estadio del espejo no hay ninguna
referencia religiosa.” Bien. Pero hay
algo de lo que tu planteaste que es interesante, siguiendo éste método que tú formulas que so pretexto del pasado hablar del presente. Me parece que en lo
que tu planteaste de Clemente. Está un horizonte para estudiar de otra manera,
y lo voy a decir en sentido genérico, lo cual no es muy bueno; de eso que se llama feminiciDios. FeminiciDios. ¿Qué
ocurre en esos actos criminales que alguien hace semejante tipo de acto? Me
parece que Clemente está formulando que cuando algunas mujeres…Por ejemplo
recientemente en Argentina tuvieron una muy buena idea, en la zona de Trelew
hacer un encuentro de mujeres, es un lugar en la Argentina donde se produjo la
primera matanza de presos políticos, hace varios años atrás en la cárcel de Trelew. Bueno, ¿porqué matar mujeres? Porque
a mí me parece que hoy día las mujeres de pronto ponen en tela de juicio estas tres formas que arman el logos y cuestionan, por ejemplo, con el tema de
simplemente pensar el acceso a un aborto libre y más o menos en ciertas
condiciones, ponen en tela de juicio a Dios. Me parece que eso opera, o abre un
horizonte para estudiar de otra forma los feminiciDios. Y después retomando lo último que tú decías,
justamente te iba a hacer una pregunta. El texto de Foucault es, en castellano,
“Las confesiones de la carne”. A mí me parece que es interesante, a ver que nos
vas a plantear, la diferencia entre cuerpo y la carne, para nosotros los
analistas.
-George-Henri: El problema pienso que
en este capítulo de Foucault sobre Clemente, el problema del cuerpo es el problema
de la transformación del cuerpo, es un templo de Dios. ¿Cómo hacer para
transformar el cuerpo en un lugar, una habitación, como una habitación de este
lugar, el lugar del cuerpo, una habitación por el logos, la palabra de Dios?
Pienso es mi opinión, mi lectura de esta parte del trabajo de Foucault. Hay dos
términos que me parecen muy importante: el primer término es la purificación.
Lo que significa una transformación de la carne en algo, no sé qué, pero algo
puro sin deseo animal. La segunda preocupación de Clemente es que al final la
virginidad es el objetivo que va a producir la vida monástica, pero a este
tiempo no era muy clara esta posición de Clemente. Pero los dos términos: la
purificación y después la virginidad, me parecen muy importante para tratar de
contestar tu pregunta. La evolución de la carne a un cuerpo como templo de Dios
significa la desaparición de las relaciones sexuales y de la diferencia de
sexo, para entrar en la vida eterna, vida angelical. Pero no me gusta mucho mi
respuesta porque pienso que es algo más complicado, pero puedo decir eso.
-Pregunta
inaudible del público…
-George-Henri: ¡Que buena pregunta!
Pienso que la palabra o los escritos de Clemente son escritos inspirados por Dios.
No podemos decir que son escritos de Clemente, son escritos inspirados por Dios.
No tenemos ninguna razón de creerlo. Pero lo que Foucault dice, no entiendo
porqué toda esta gente a este tiempo cree.
¿Porqué creer algo? Es una pregunta muy importante de Foucault, ¿Por qué
creer algo que no pertenece al conocimiento? Algo como Dios, como el alma, la
vida eterna ¿Por qué esa referencia que no podemos saber nada sobre esos
términos? Porque hay una fuerza bastante, más que bastante, tan importante, muy
importante, esta fuerza muy importante para constituir esta creencia.
-Bueno
tendríamos que hacer una pausa de 10 minutos para un café y volvemos.
AUDIO 2
-George-Henri: Llegamos pues a la
tercera sesión de este seminario, les voy a presentar ahora algunos extractos
de la parte del libro consagrada a San Agustín. Estamos en el siglo IV, nació
en el 354 dC. , y murió en el 430. Trataremos extractos que tienen como tema el
sujeto del placer, la libido, la voluntad y el acto.
Así como por un
lado con Clemente Dios intervenía en las relaciones sexuales, de tal modo que
el sujeto se constituía conformándose con las prescripciones del logos. Con Agustín,
por el contrario, la mano cambia. Según Foucault Agustín introduce un elemento
nuevo: el sujeto del deseo.
Antes de Agustín
los exégetas cristianos negaban que hubiera habido relaciones sexuales en el
paraíso. En el siglo IV, San Agustín va a comenzar, sino a la conjunción sexual
al menos su posibilidad legítima. Va a remontarla desde el mundo caído. El
mundo caído que comienza cuando Adán y Eva fueron echados del paraíso y antes
del mundo caído ir hasta la existencia paradisiaca. El gesto de Agustín es el
de introducir la relación sexual en la vida del paraíso. La relación sexual
conyugal tiene por este hecho una meta historia que Agustín la sitúa en el
paraíso.
Para desplegar
esta hipótesis tiene que plantear que esta relación es entonces desprendida de todas
aquellas cosas que pueden ser estigmas de la existencia caída en el pecado. Agustín
va a recurrir a una serie de nociones en donde la libido ocupa un lugar de
elección. La libido designa de manera general a la concupiscencia. Como
describe Agustín al paroxismo sexual lo hace descomponiéndolo en tres puntos,
cito: “Un sacudimiento físico del cuerpo
que no se puede dominar. Un sacudimiento del alma que se ve arrastrada por el
placer. Un eclipse final del pensamiento que parece aproximar a la muerte”.
Tal paroxismo es
marcado por ausencia de dominio, tanto del cuerpo como del alma y del pensamiento.
Foucault cita a San Agustín…
Diapositiva 1:
El deseo, libido, que excita a las partes vergonzantes del cuerpo, no se limita
a apropiarse del todo el cuerpo exterior e interiormente. Trastorna al hombre
por entero, uniendo y mezclando las pasiones del alma con los apetitos carnales
para inducir esa voluptuosidad. La mayor de todas las del cuerpo. Es de manera
tal que cuando llega a su apogeo toda agudeza de lo que podríamos llamar
vigilancia del pensamiento son prácticamente aniquiladas.
Mientras que
esto se desarrolla en la conyugalidad, el acto sexual permanece inocente. Depende
de la voluntad del hombre aun cuando su apetito es obra del creador. Si este
apetito cae en un exceso, es decir cuando la voluntad es mala, entonces puede
hablarse de mal. Es el exceso lo condenable. Hay pues un límite mas allá del cual
el acto sexual de inocente deviene falta. Si excede ese límite, yo cito a
Foucault: “no pertenece más a la razón, sino a la concupiscencia (libido)”.
Fin de la cita.
Diapositiva 2: Se puede entonces suponer que el mal comienza con el exceso. Que
antes de ese limite aun no hay libido y que por lo tanto puede haber una
naturalidad que mientras permanezca no excesiva no podría ser dicha mala, como
mala.
Entonces la
libido es la parte mala del apetito sexual. Cuando va más allá del límite de la
necesidad que debe inscribirse en el matrimonio. Ven ustedes que Agustín va a
tomar distancia con aproximaciones que había hecho propias en el punto de
partida. Recuerdan ustedes que Clemente de Alejandría había dado gran
importancia a la templanza como reguladora del exceso y a la pureza que echaba
a la impureza. Y las reglas de conductas que sabían de esto, para Clemente, las
reglas de conductas provenían directamente de las categorías fundamentales de
la antigüedad y el cristianismo primitivo.
Agustín, esto es
lo original de Agustín. Agustín va a definir, en el interior del acto sexual,
una línea de partición anterior al exceso que pueda marcar al mal, que le es
inherente. Agustín define de este modo una teoría de la concupiscencia de la
libido como un elemento estructural interno al acto sexual. En la meta historia
de ese acto, en la vida paradisiaca, Agustín introduce una libidinización del sexo
por esa línea de partición inherente al acto. Entonces el acto sexual incluye
al exceso. Y en ese acto hay una línea de división entre la parte aceptada y la
concupiscencia, la libido. Como según Agustín en el paraíso hay actos sexuales,
esa división en el acto existe en la vida del paraíso.
La consecuencia
de este cambio que introduce Agustín es el esbozo de una moral de una conducta
sexual que no será ya más la de Clemente, que no estará ya mas polarizada por
el tema de la virginidad y la continencia. Sino centrada en el matrimonio y las
relaciones obligatorias que conlleva. Poniendo el acento en la noción de
consentimiento y de uso Agustín se aleja de los términos de exceso e impureza,
poniendo en juego, y esa es su novedad, modelos jurídicos. Plantea pues, que
hay relaciones sexuales en el paraíso. Imagina su uso en el paraíso bajo cuatro modalidades que analiza una por una.
Diapositiva 3: Uno: Los humanos cediendo a su deseo cada vez que este se
presenta. Lo que se excluye, sería hacer esclavas a las criaturas de Dios.
Este primer punto es muy contradictorio. Si
ceden a su deseo hace de las criaturas de Dios esclavas de su deseo.
Para Agustín,
primer punto, hay una paradoja en las relaciones sexuales paradisiacas, que es
la esclavitud; segundo punto:"los humanos refrenando sus ganas y combatiéndolas hasta el momento conveniente,
lo que es igualmente incompatible con la felicidad paradisiaca”.
Segunda
contradicción. Si los humanos frenan sus deseos en el paraíso eso no es
compatible con la felicidad paradisíaca. Es muy sorprendente esta descripción
que hace San Agustín de las relaciones sexuales en el paraíso, está llena de paradojas.
Tercer punto:”
los humanos en el adecuado momento, siguiendo su voluntad y según las
prohibiciones de una justa prudencia hacen surgir el deseo, libido, que trae y
acompaña la relación sexual”. Sin comentarios.
Cuarto: “finalmente
los humanos en ausencia total del libido hacen que los órganos de la generación
obedezcan sin dificultad a las órdenes de la voluntad como cualquier otro
miembro del cuerpo”.
Los dos últimos
puntos, van a precisar un comentario. Porque son relativamente obscuros. Es un
comentario de Foucault del texto de San Agustín. Es una recapitulación de Foucault
de las cuatro formas de las relaciones sexuales en el paraíso. Es una
presentación por Foucault de estos temas. En el libro de Foucault
(página 330) está la referencia, en Foucault están las referencias.
La creación de San
Agustín es la introducción de las relaciones sexuales en el paraíso. Con estas tres
formulaciones que me parecen bastante oscuras. Foucault resume, cito: “la relación sexual en el paraíso se la
define preferentemente, por parte de Agustín, como un acto del que está
excluida la libido al menos en lo que conlleva de fuerzas que obligan”.
Como ven estamos
en una gran oscuridad. Aquí interviene la voluntad. Siempre en el comentario de
Foucault, la relación paradisíaca es un acto, cito: “del que todos los elementos están colocados bajo el control sin
perturbación de la voluntad”.
Seguimos en la
confusión, más precisiones aún de parte de Foucault. Si el acto sexual en la
vida del paraíso está colocado bajo el control de la voluntad, entonces dejamos
a Clemente puesto que Clemente introducía un sujeto obediente al logos y
Agustín introduce un sujeto voluntario en la meta historia de la vida del
paraíso.
Diapositiva 4: Todo lo que pasa podía ser querido por el hombre, y en efecto lo
quería. La relación sexual sin libido está íntegramente habitada por el sujeto
voluntario. En la conjunción sexual del paraíso el hombre, lo imaginamos como
un arteSano reflexivo que sabe servirse de sus manos. Ar sexualis. El sexo
paradisiaco era dócil y razonable como lo son los dedos de la mano.
La confusión no
está totalmente resuelta, puesto que si hay acto sexual hay una división
inherente al acto entre la parte autorizada del acto y el exceso, la libido.
Ahora en la vida del paraíso he aquí que la conjunción sexual en el paraíso es
el producto de un artesano que reflexiona y que sabe servirse de sus manos.
El sujeto
voluntario es el que establece la relación. En el paraíso el artesano se sirve
de su sexo como el artesano con sus manos. Agustín permite en el origen una
actividad sexual que podría haberse desencadenado o interrumpido
voluntariamente, que no habría escapado a las órdenes dadas por la razón, pero
que en ese marco podría tener su propio desarrollo.
Acá la cosa se
pone interesante. Antes de la caída en la vida del paraíso, pudo haber
movimientos carnales. Esos movimientos carnales estaban sometidos a la
voluntad. Empezamos a ver más claro. Ven ustedes que con respecto a Clemente ya
no es cuestión de una sinergia con Dios, por el momento es el sujeto
voluntario, en la vida del paraíso el que provoca esos movimientos carnales sometidos a
su propia voluntad. Hay un sujeto voluntario, que actúa en la vida del paraíso
para provocar los movimientos sexuales. Pero todo esto sigue siendo enigmático.
En su comentario
Foucault introduce progresivamente nuevos términos que tienen que ver con la
relación sexual. Esto es muy llamativo. Vean ustedes que, en medio del comentario
sobre San Agustín, aparecen términos que él, Foucault, le atribuye a San Agustín.
Y estos son los términos: el sujeto del deseo, la libido como concupiscencia,
la relación sexual como acto. Y da la siguiente precisión: que en el paraíso el
acto sexual excluye la libido.
El sujeto
voluntario en la vida paradisiaca desencadena movimientos sexuales sin libido.
Es una contradicción con lo que ya había dicho sobre el acto. Puesto que dijo
antes que la libido era inherente al acto.
Vamos a aceptar
que en la vida del paraíso la relación sexual, en el paraíso, se hace sin
exceso, sin falta, sin libido. Y ahora según Agustín es la voluntad del sujeto
la que controla el sexo del paraíso. Entonces Agustín admite que en la vida
paradisiaca hubo relaciones sexuales. Nueva pregunta: ¿Qué significa el control
de la voluntad sobre este acto sexual?
Diapositiva 5: De todas maneras, aunque se haya tratado de un gesto voluntario o
de un movimiento carnal controlado por la voluntad, las relaciones sexuales no
incluían en la creación, esa sacudida que hoy arrebata al cuerpo y al alma caracterizando
su libido actual.
Entonces en el
paraíso la relación sexual no es la misma que conocemos ahora en la tierra. Es
una relación sin el sacudimiento físico del cuerpo que no se puede gobernar.
Sin el sacudimiento de la alma arrastrada también ella por el placer. Sin un
eclipse final del pensamiento.
Diapositiva 6: Esta conmoción de la relación en el paraíso, en absoluto consiste de
una impureza esencial. Tampoco en una determinada exageración de su violencia,
sino que precisamente, en la forma involuntaria del movimiento. El punto
decisivo, el que, referido a las relaciones sexuales, separa a la creación de
la caída y a través del cual deberá en consecuencia pasar la línea divisoria de
lo moral. Es ese en el que lo involuntario irrumpe en el lugar y ubicación de
lo voluntario.
Les pido
paciencia. Como la relación sexual puede a la vez ser voluntaria e involuntaria
en la existencia del paraíso. ¡Tenemos un problema!
Si en la vida
del paraíso hay una relación sexual y que esta relación está producida por la
voluntad, que viene, depende de un sujeto voluntario. Se va a producir entonces
un movimiento de báscula en donde lo involuntario surge en lo voluntario. Dicho
de otro modo, el sacudimiento de la relación sexual en el paraíso se produce en
la forma involuntaria del movimiento del sujeto desea el acto sexual, su
voluntad lo, lleva al acto, pero desde que se pone en acto ese movimiento, ese
movimiento escapa a su voluntad. Entonces la
impureza intrínseca al acto de la que habíamos hablado recién, esa impureza se
borra, puesto el movimiento que escapa a la voluntad del sujeto, ese movimiento
no es impuro.
Conviene
entonces distinguir al sujeto del deseo y del movimiento del acto. En esto el
análisis foucaultiano es muy interesante. Su lectura del texto de Agustín toma
en cuenta la existencia de la relación sexual en el paraíso y gracias a esa
hipótesis de San Agustín introduce una distancia entre el sujeto del deseo, introduce
el sujeto de la voluntad en el acto y por otro lado está el movimiento mismo
del acto, que se le escapa a la voluntad. Pero ese movimiento del acto es sin
libido. Sin concupiscencia porque no hay concupiscencia en el paraíso.
El sujeto del
deseo como el artesano se moviliza para fabricar su objeto. El quiere el acto
que va a producir y el resultado el movimiento del acto, es involuntario. El
movimiento del acto sexual escapa a cualquier control de la voluntad. Ven ustedes
que, con la relación sexual en la vida paradisiaca, la voluntad que controla el
acto deja lugar al movimiento del acto que por sí mismo es involuntario.
¡Que gimnasia!
Que gimnasia, pero ¡muy interesante!
Foucault va a
sacar consecuencias de esta lectura de San Agustín. Pregunta de San Agustín
¿Qué produjo la caída? ¿Cuál fue la falta comentada por Adán y Eva que llevo a Dios
para echarlos del paraíso? Comenta Foucault, cito “liviana era la obligación que Dios hubiera puesto a los hombres,
prohibiéndoles el fruto. Doblemente grave, o mucho más grave, su rebeldía”.
¿Qué quiere decir esto? ¿Como entender
la falta de Adán y Eva? ¿Hay que entender que tuvieron un comportamiento sexual
en el paraíso con libido? Y esa habría sido la falta que provoco la caída. ¿Que
sería su rebeldía? Infringiendo la prohibición de Dios. La prohibición de Dios sería
la de tener relaciones sexuales con libido. Infringiendo la prohibición de Dios,
los hombres lo desobedecieron, se rebelaron contra él. Reaccionando Dios adapto
su castigo a las fuerzas y a las capacidades del hombre.
Diapositiva
7: de esta forma resulta que sea la reproducción en el hombre de la
desobediencia que lo había sublevado contra él. El castigo consecuencia de la
falta, no se inscribe entre el alma y el cuerpo, entre la materia y el
espíritu. Se inscribe en el propio sujeto, de ahora en más, en lucha con sí mismo.
Si en la vida paradisiaca,
el sujeto voluntario fue, hubiese sido uno, era uno, después de la falta, helo
aquí dividido. Su estructura que, hasta este momento, cito a Foucault “hasta ese momento era la voluntad de sí
sobre sí mismo”. Su estructura se divide mediante una autorización contra
sí mismo, de su desobediencia inicial contra Dios. Emerge así un nuevo sujeto
dividido por esta escisión que lo divide y lo transforma. A partir de ahora,
después de la caída, tendrá que vérsela en sí mismo con una rebeldía, una
rebelión, de sí contra sí mismo.
Diapositiva 8: El hombre caído no cayó bajo una ley o bajo una fuerza que lo
subyuga totalmente. Una escisión marca su propia voluntad que se divide, se
torna contra sí y escapa a lo que pueda querer.
Después de su rebelión
contra Dios el sujeto voluntario, ve a la voluntad darse vuelta contra el
hombre ahora caído. La rebeldía, la rebelión en el hombre, reproduce la
rebelión contra Dios. Es el principio en San Agustín de la inobediencia recíproca,
de la desobediencia como retorno. Agustín produjo un sujeto dividido después de
la caída, por la escisión interna que se produjo en su voluntad. Que ya no es
más voluntad de si sobre sí, sino que ahora es voluntad de sí contra sí mismo.
La consecuencia no se hizo esperar para el hombre caído.
Diapositiva 9: Bajo el régimen de la gracia, la desatención de la mirada y el uso
voluntario del sexo, están ligados, Haciendo que este ultimo este visible sin
nunca correr el riesgo de estar desnudos.
Por el contrario, la caída, liga la atención de los ojos y lo
involuntario del movimiento haciendo que el sexo este desnudo. Pero con tanta
vergüenza, tal sentimiento, humillación precedida de orgullo tan engañoso que
se busca volver signo y efecto de la rebelión físicamente invisible. Así el
sexo surge erguido en su insurrección y ofrecido a la mirada. Es para el hombre
lo que el hombre es para Dios, un rebelde.
Después de la
caída el uso del sexo inocente se modifica, lo que surge entonces, en lo que
concierne al hombre es su erección. Cito a Foucault: “La forma involuntaria de un movimiento, que hace del sexo el sujeto de
una insurrección y el objeto de la mirada”. Foucault escribe
visible e imprevisible erección. El carácter involuntario del surgimiento del
deseo antes de la caída deja después de la caída, deja lugar al surgimiento
fálico ligado el movimiento involuntario que caracteriza a partir de allí ese
acto.
Diapositiva 10: Es a este movimiento, o más exactamente a su forma y a su fuerza involuntaria que Agustín da el nombre de libido. Es la que marca lo que tiene de específico, lo que tienen de específico los actos sexuales del hombre caído. O utilizando palabras de otro vocabulario; la libido no es un aspecto intrínseco del acto sexual que le fuera ligado analíticamente. Es un elemento que la falta, la caída y el principio de reciprocidad de la desobediencia le han asociado sintéticamente.
Partimos de que
la libido era algo intrínseco al acto, y ahora la libido es un elemento de la
falta, es un elemente de la caída. Es el principio de la reciprocidad de la
desobediencia. La erección es el signo del hombre rebelde que se rebela contra Dios
y hace caer esa rebelión contra sí mismo. Es decir que se constituye como
sujeto, introduciendo esa rebeldía en sí mismo, contra sí mismo. Y eso provoca
esa división interna al sujeto.
Agustín abre un
campo de análisis y al mismo tiempo designa la posibilidad de un gobierno de
las conductas de un modo muy distinto que la alternativa entre abstención de
las relaciones sexuales. Veremos esto esta tarde.
Quisiera ahora
salir del comentario del libro de Foucault. Para decir que los Tres
ensayos sobre la teoría sexual, Freud en 1915 escribe un agregado que
se llama “Teoría de la libido” y distingue dos libidos: la libido del yo, la
libido narcisista y la libido de objeto. Y como ocurre a menudo con él se
encuentra en ese texto una serie de elementos que son afines. Sostiene por
ejemplo que la excitación sexual no puede ser limitada a las partes genitales,
sino que toca todos los órganos del cuerpo. La libido del yo inviste objetos sexuales,
se fija en ellos y pasa a otros objetos. La libido de objeto puede después de
un investimento retirarse del objeto y volver sobre el yo, se convierte
entonces en libido del yo.
Freud define la
libido del yo, cito “el gran reservorio a
partir del cual son enviados los investimentos de objeto y del cual vuelven,
retornan”.
La concepción
energética de la libido en Freud aparece acá, es un reservorio energético que
está en el origen de los investimentos de objetos que van a venir luego. Se
duplica con una noción de flujo que no deja de desplazarse, repartiéndose sobre
tal y tal objeto. Además, Freud deja la puerta abierta para una aproximación
cuantitativa de la energía libidinal, ya presente en el Proyecto. Hay un quantum de libido que puede variar, escribe. Esa
noción cuantitativa no tendrá mucho futuro. Con excepción de W. Reich,
será pronto abandonada.
En la sesión del
13 de mayo de 1964, el seminario de “Los fundamentos del psicoanálisis”.
Lacan toma distancia, se aleja del Freud que acabamos de comentar y dice esto:
Diapositiva 12: Rápidamente anuncio lo que será la avanzada, la novedad en una
cierta elucidación referida a la manera en la que se debe concebir a la libido.
Lo hago diciendo, la libido no es algo huidizo, fluido que pueda repartirse o
acumularse como lo haría un magnetismo en los centros de vitalización que le
ofrece el sujeto. La libido es para ser concebida como un órgano. Órgano en los
dos sentidos de la palabra: órgano parte de organismo u órgano de instrumento.
En ese tiempo es
una propuesta nueva de Lacan sobre la libido. Se aleja de la concepción del
flujo sexual energético. La define como órgano, es decir como parte del cuerpo
y como instrumento. Vimos como para Freud no había porque excluir, todos los
órganos del cuerpo podían ser investidos por la libido. Lacan radicaliza esta
posición planteando que la libido es el órgano.
Si recordamos el
sentido de la genealogía tal como Foucault lo dice en 1984, en el texto “Modificaciones”
(¿cuál
texto?). Para abordar la lectura de los padres de la iglesia y también
la filosofía antigua Foucault siempre parte del presente, busca en su
vocabulario por ejemplo con el uso de la palabra: sí mismo avanza diciendo que Clemente
de Alejandría construye una forma de subjetividad que responde al ejercicio de
si sobre sí mismo. Al conocimiento de sí
por sí mismo. Que la experiencia de la sexualidad es entendida como modo de
presencia consigo mismo, es el esquema de transformación de sí mismo. Foucault
también utiliza expresiones que encuentra en el registro analítico, resuenan
por su sonoridad lacaniana o freudiana. Acabamos de ver que, en el último
capítulo de Las confesiones, consagrado a Agustin, esos términos abundan en Foucault.
Retomo: sujeto del deseo, relación sexual, libido, acto y agrego ahora división
del sujeto.
A veces aparece
un nuevo término como voluntad. Esta utilización de términos contemporáneos
sumergidos en texto del siglo II o siglo IV no es un anacronismo. Testimonian
del análisis genealógico que está realizando Foucault. Sumergiendo un termino
del siglo contemporáneo, en un siglo anterior. Sumergido en un texto anterior
por diecisiete siglos. Es como buscar la fuente viva de ese término. El contexto discursivo
que engendró, las problematizaciones a las que respondió su uso, así como su
evolución progresiva acordándose con las formas cambiantes de la subjetividad y
del deseo correspondiente.
¿Qué pasa con el
uso del término libido? Si se toma en cuenta la critica que Foucault le dirige
a Lacan. Le falta a usted señor Lacan dejar la genealogía de la sexualidad. Y
por poco que nos refiramos a las dos citas recién hechas, de Freud y de Lacan.
A ambas les falta un análisis crítico e histórico de tipo genealógico.
Por falta de un
estudio que permite situar el origen a través del estudio de las
problematizaciones, que desde los padres de la iglesia ocurrieron para que
evolucionara, la libido como concepto pierde consistencia. Cuando parece estar
determinada al final del siglo XIX y al comienzo del siglo XX, por el pensamiento
de Freud y por el uso particular de Lacan. La crítica de la genealogía
trastorna tal determinación.
En su análisis
de los textos de Agustín, Foucault le aporta al concepto una panopia de
acepciones olvidadas. Remontando a esta parte de Las confesiones hasta el siglo
IV. Aquí está la lista: la libido como deseo, como concupiscencia, como exceso
del delirio sexual, como movimiento de la carne, manifestándose bajo el control
de la voluntad en el paraíso. Como movimiento involuntario provocado por la
atracción sexual. Como excluido de las relaciones sexuales en el paraíso. Como
elemento asociado a la falta, la caída y al principio de reciprocidad de la
desobediencia. Como ven ustedes la noción de libido no sale indemne de este
análisis, puesto que, sin el trabajo genealógico sobre la libido en los textos
de San Agustín, como noción analítica no podemos más recibirla, aceptarla, ni
conservarla en su estado actual. Porque
se encuentra amputada del movimiento que la trae al menos desde el siglo IV
hasta el día de hoy.
Entonces el
análisis foucaultiano muestra que la libido no es una invariante. No es la profundidad
histórica del concepto lo que Foucault busco. Sino la demostración de su
variabilidad. Que no cesa de operar según los discursos que construyeron en su
fuente las problematizaciones. Entonces no solo la libido se modifica, sino que,
por esta evolución, muestra las transformaciones concomitantes del sujeto del deseo
que le corresponde. Ven ustedes que ya Lacan cuando habla de órgano, más que de
reservorio energético, muestra la variabilidad del concepto. Digamos que Foucault
radicaliza esa concepción de Lacan.
Una tarea
analítica nueva se nos presenta que muestra en un movimiento de retorno, que
viene desde los orígenes hasta el día de hoy. La libido acoja las
reformulaciones que le vienen del análisis foucaultiano, le darán un
asentamiento nuevo, que serán recibidos en el seno del campo freudiano. Una
tarea análoga espera un tratamiento análogo de la sexualidad, de las relaciones
sexuales, del acto, de la carne y de la voluntad.
-Abrimos un
espacio para preguntas.
-Participante: No me quedó claro, la
palabra libido. La palabra, está en San Agustín ¿Es el que la crea? ¿O tiene
una genealogía?
-George-Henri: En el texto de San Agustín,
hay la correspondencia entre la libido y la concupiscencia. Pero la concupiscencia
aparece antes también. Pero lo que me parece muy interesante es que el
tratamiento de la concupiscencia, no es la misma cosa con Clemente que con Agustín.
En Clemente no hay una división del sujeto. No hay una rebeldía del sí contra
el sí. Lo que me parece muy importante es la producción de Agustín de un sujeto
con un interior dividido. Pero esta división es el efecto del castigo por Dios.
-Participante: Dos
cuestiones. En todo este momento que discurría en todo esto a mi me vino la
cuestión del Superyó en Freud. No es el YO, nada que ver con el yo. Pero esa
cosa dividida de uno con uno mismo...en fin. Y la otra es, según lo que usted
dice, por falta de una genealogía de libido en Lacan. Tal vez es que surge el
mito de libido en Lacan como la laminilla, el órgano.
-George-Henri: Pienso que el trabajo de
Foucault es para nosotros es un modo para ayudarnos, es saber que el análisis
es muy frágil. Que no podemos establecer todos estos discursos, los de Freud,
los de Lacan, como un logos. No es posible. El acto de crítica me parece muy
importante para nosotros porque podemos adoptar una posición de libertad frente
a estos discursos. Y cambiar las cosas. Participar a las transformaciones
subversivas que se producen en el análisis hoy.
-Participante: Hola. Quería preguntar en
esta idea de la rebelión como elección¿ Si fuese lo mismo para Adán que para
Eva? Porque hay un modelo masculino muy fuerte.
-George-Henri:
En el comentario de Foucault, no sé si la mujer, en su comentario de San
Agustín, tiene un lugar bastante.
-Participante: Cuando hablaba George me
acordaba del trabajo de Guy Le Gaufey en el lazo especular. Guy habla de un
tema muy interesante que se llama la querella de las imágenes. En ese texto,
que tiene que ver con la mirada y con otras cosas. Yo recordé el episodio de la
conversión de Constantino al cristianismo. En esa etapa de la conversión de
Constantino, hay un grupo de cristianos, o de pre- cristianos institucionalizados,
que van a luchar contra el pecado al desierto del Sinaí. Y son llamados los “locos por amor a Cristo”. En ese sentido, la noción de pecado, ¿no
implica o no estaría implícita la noción de deseo ahí también? En el sentido de
que, uno podría preguntarse: ¿De dónde toma Agustín, o San Agustín, la noción
de deseo? Me parecía interesante, porque en esa experiencia de este grupo.
Porque el grupo se va del Sinaí porque ya no son mártires, ya no tienen
necesidad de ser mártires. Entonces se aíslan y se producen las estructuras
monacales que van a generarse en la posterioridad, quizá en la Edad Media. No,
era eso nada más, gracias. La pregunta
es en relación con la noción de pecado.
-Participante: Me parece que la noción
de pecado en esa época de los primeros monjes, de los primeros que viven la
vida anacoreta. Y el pecado de los
anacoretas está pensado en relación con los mártires. Es decir,
fundamentalmente pecan de orgullo, haciendo una especie de escalada de
ascetismo. Y se multiplican las tentaciones
y aparece la lujuria en las tentaciones. Hay un muy hermoso seminario de Roland
Barthes, de un poco antes de morir, que se llama “Como vivir juntos”. Que
hace todo un estudio, que Foucault seguramente conocía ese estudio. Foucault
pronuncia la oración fúnebre cuando muere Barthes. Es decir, lo hace introducir
en el Colegio de Francia. Y es esta época que estudia éste pasaje de la vida de
los anacoretas, al como ir modulando un vivir juntos. Y va viendo las distintas
experiencias que van surgiendo en estos siglos, del siglo II, los primeros
siglos. Y una cosa que yo le comentaba a
George Henri es que hay apenas notado en el texto de Foucault, el lado de las
experiencias de las mujeres. Apenas esta notado. Pero esta notado como que, del
lado de Oriente, San Basilio menciona experiencias de comunidades de mujeres
Donde no se ve que haya un abad ni se ve que haya una regulación por una
autoridad. Queda en la oscuridad y me planteo un punto de interrogación. Y la
otra cosa que nota, la otra observación sobre mujeres, que somos muy poquitas
en Foucault. Es que habla de un texto de un tal Megisto de no sé cuánto, que es
una versión de un banquete de mujeres. Es una versión como del “Banquete” de Platón,
pero donde las protagonistas son todas mujeres. No dice más nada que esa
referencia, ese texto existe. A mí me puso la mosca en la oreja para tratar de
leerlo. Porque ahí hay toda una línea que tiene que ver con las mujeres que por
supuesto no está tratada en Foucault. Pero hay una puntita ahí que me pareció interesante.
Hay una puesta
en juego. Ahí la figura importante me parece, que, para el deseo, son los
mártires. Lo opuesto al mártir es el pecador.
Y el pecador en ese momento es el que, por miedo a la muerte, por las
persecuciones, renuncia al cristianismo y luego que eso se apacigua, la
persecución, viene a pedir perdón. Y por lo tanto se va a constituir en un
pecador público. Que no precisa confesar la falta porque todo mundo la sabe. Y
por lo tanto es lo que estudia primero Foucault, la exomologesis. ¡Nunca sé
cuál es cual! Que es porque Foucault toca eso, pero se va a detener mucho más
en San Agustín. Y si bien toca San Basilio y Oriente queda menos trabajado. El
que tuvo la gran influencia en la teología Occidental y en el cristianismo
occidental es San Agustín.
-Participante: Lo mío es muy breve,
porque todo el tiempo a mi me evoca a Deleuze y Guatarí. Ellos proponen la destrucción
del cuerpo normado. No hace más que evocarme un cuerpo normado, toda esta
genealogía que en forma muy interesante ha explorado hoy Melenotte con
Foucault. Ellos proponen que hay que arrancar el cuerpo del organismo, cuando
proponen un cuerpo sin órganos. Ó sea me parece que es complementario para
pensar como llevaron al extremo esto que estamos pensando hoy. Nada era eso,
brevemente.
- George-Henri: Lo que me parecía
importante en este libro de…. es que la lectura de Foucault de los padres de la
iglesia nos muestra que estos padres introducen la existencia de la relación
sexual. La utilización de Dios para mostrar la existencia de la relación
sexual. Para nosotros es muy interesante que la relación de Lacan: no hay
relación sexual. Es realmente una ruptura con todos estos discursos del siglo
II, del siglo IV. Y que el trabajo genealógico que propone Foucault es muy interesante
porque este trabajo nos permite ver que la afirmación de Lacan es realmente
una ruptura en la continuidad de la historia de la sexualidad. De la sexualidad
según estos padres. Y que el efecto de esta ruptura, el efecto no es solamente
una afirmación practica sobre la ausencia de la relación sexual, lo que me
parece interesante. Pero significa una ruptura con todos estos discursos
anteriores que van a imponernos la insistencia de esta relación sexual. No es
posible para nosotros de ver la importancia de esta ruptura si no hacemos un
análisis genealógico del nombre del deseo. La segunda observación que tengo que
hacer es que en este libro la importancia dada por Foucault al deseo me parece
muy importante. Porque se dice que Foucault dejo el deseo para la promoción del
placer. Pero aquí me parece que no es verdad en este libro. Tenemos que
utilizar estas lecturas de Foucault con mucha prudencia.
-Rubén Quepfert: Vamos a dar
lugar a las dos últimas intervenciones y después tengo que pasar a dar dos
avisos y hacemos el corte.
-
Participante: me pareció muy interesante
todo este planteo y sobre todo la emergencia de esta necesidad recreada. Que la
plantea Foucault hoy que debe de ser de alguna manera recogida por nosotros. En
el sentido de preguntarse por una genealogía, de algunas cosas que tienen que
ver no solamente con la libido sino con la acogida que se le da a esa libido.
-George-Henri: Si la genealogía no
significa una continuidad.
-Participante:
¡Exactamente! Aceptarlo como una variante, no como una invariante. Ahora lo que
me llama la atención es que a contra sentido de lo que es la exégesis teologal,
en términos generales. Más puntualmente teológica. Es que lo que está planteado
en la caída fundamentalmente, no es la emergencia del deseo vinculado a la sexualidad
específicamente. Sino que lo que está planteado como motivo fundamental, previo
en la caída, es la soberbia del hombre, que acepta que el maligno le ofrezca la
posibilidad de ser tan poderoso como Dios en el acceso a la verdad, y al bien y
al conocimiento. Y esto aparentemente y en el capítulo del génesis de la Torah,
aparece puesto en un lugar de la seducción de lo femenino. Que llama, que
implica, que requiere esto: la rebeldía. Para acceder a un saber que nos va a
hacer más poderosos. Subsidiariamente, tres capítulos después, cuando aparece
el pudor en relación con la propia desnudez. Y cuando aparece una dimensión
claramente, entrecomillado, “erotizada” de ese texto. Entonces me llama la
atención que no se rescate fundamentalmente la rebelión ante esto que aparece
en el dictado del Supremo. Que subsidiariamente hay una construcción vinculada
libidinalmente. Pero lo primero es la rebeldía. Al logos, es una rebeldía al
logos. El pecado de soberbia es lo que tira en el abismo a los ángeles, los
ángeles caídos. Es por su soberbia, por querer ser tan omniscientes como Dios.
Me modificó un poquito la teología, adquirida. Entonces creo que la genealogía,
no es solamente plantearse la genealogía eventualmente de la libido. Sino que
además es una genealogía de en qué lugar aparece esto de la construcción de
libido, en el cuarto siglo, pero que arrastra ya de una conceptualización Judeocristiana.
Acá está incluido el antiguo testamento y una lectura, que es una lectura
vulgarizada en el Medioevo recién. Antes no estaba tan “erotizada”, era otra
cosa. El gran pecado era la rebeldía.
-George-Henri: Lo que me parece
importante es que cuando Foucault habla del levantamiento. Hay en el
levantamiento la idea del hombre en la rebelión. Con la lectura genealógica de Foucault
de San Agustín podemos decir que el trabajo genealógico de esta rebelión nos
permite decir que es un acto fundamental
del ser humano.
-Participante: pensaba hoy cuando
hablaba esto de la caída, del paraíso,
de la división del sujeto, me hizo acordar
de vuelta a esto que se habló anteriormente, en Lacan de la influencia del
catolicismo en Lacan. Cuando se habló del estadio del espejo. Porque cuando
Lacan habla de afánisis en el sujeto, de caída del sujeto, el momento de la
división subjetiva de la división del sujeto. Me hizo acordar a lo que Sara
Vasallo, cuando intervino en el seminario de Allouch, decía que Lacan tenía una
matriz agustiniana en su pensamiento. Tenía una matriz cristiana, una matriz
católica. Matriz como una forma de retórica. Una matriz retórica en la manera
de pensar Lacan el psicoanálisis que venía desde San Agustín. Pero ahora cuando
usted dijo que Lacan con la No relación sexual hace una ruptura con esa
tradición. Me quedé pensando en cómo a veces queremos ubicarlo o fijarlo a Lacan en un lugar y Lacan mismo tiene la libertad de ir contra sí
mismo. Tener libertad de generar rupturas consigo mismo, generar discontinuidades
en su pensamiento. Entonces me parece que es muy interesante porque la idea de
matriz retórica lo deja fijado como en un escancia, una permanencia. Donde lo
podemos dejar congelado ahí.
-George-Henri: Pienso que hay una
rebelión de Lacan contra la tradición católica. Realmente una rebelión contra
la tradición familiar. Me parece importante este movimiento de, podemos decir,
levantamiento… pero lo que me parece interesante es la ruptura de Lacan con
esta tradición. Lo que permite producir algo al lado de esta tradición. No
puedo decir que es una matriz del pensamiento de Lacan, no. Porque hay una
ruptura, realmente. Una rebelión de Lacan contra esta tradición que se ubica,
no lejos de esta tradición, pero al lado. Lo que significa que quizás hay
relaciones, pero estas relaciones no constituyen una matriz del pensamiento de
Lacan.
-Rubén Quepfert: Voy a dar la palabra a
Graciela que quiere pasar un aviso y también a Alberto. Después vamos a hacer
la pausa.
-Graciela: para los que no saben Guy Le Gaufey va a estar en Buenos Aires, el 3
de noviembre en el hotel Conquistador.….
-Alberto: Yo voy a hacer una breve
intervención para presentarles un texto que a mi entender tiene bastante que
ver con lo que está planteando Georges-Henri. Es un texto “Lacan ante la
política”, que acabamos de editar la semana pasada. Les sugiero que lo lean por
algunas cosas interesantes. En primer lugar el texto logra, a mi entender, resaltar
un ajuste teórico que hizo Lacan en un pie de página de uno de los Escritos: “El
colectivo no es nada sino el sujeto de lo individual”. Hace un ajuste de esa
cuestión teórica con hechos que suelen ocurrir en un diván. En segundo lugar,
abre la posibilidad de leer algo que nos concierne a quienes hemos leído y
estamos orientados por algunas cuestiones que formuló Jacques Lacan, me refiero
concretamente al tema del objeto “a” y el hecho de que en la actualidad vivimos
una época en que uno de los apoyos con los cuales Lacan construye el objeto “a”:
la plusvalía, el plus valor, tiende a su desaparición. Con lo cual se reactiva
un poco más ¿qué habrá querido decir Lacan con que el análisis es una práctica sin
valor? Son algunos de los temas que este texto abre.
Audio 3
-George-Henri: Como se manifiesta
actualmente la libido. ¿Como se manifiesta hoy la libido? Es la pregunta de
Foucault.
La libido se
manifiesta con la forma de lo involuntario. Si el acto sexual en el paraíso
solicitaba al sujeto voluntario, el movimiento del acto era involuntario. Esto
supone que lo involuntario surge, se da como un suplemento a lo que es querido.
Agustín analiza yo cito a Foucault: “Agustín
analiza ese estigma...Agustin, según Foucault analiza ese “estigma de lo
involuntario dentro del acto sexual”.
Agustín se ubica
entonces ahora, en el periodo anterior a la caída, perdón en el periodo
posterior a la caída, después de la falta. Después de la rebelión. En el hombre
el acto sexual se manifiesta bajo la forma de un desfallecimiento inoportuno o
por movimientos inconvenientes, de esta forma el sexo rebelde se caracteriza
por una irrupción brusca.
Diapositiva 1: “Lo involuntario del sexo caído es la
erección, pero también la impotencia. A veces esta emoción se produce
inoportunamente sin que una loquería. A veces engaña al ardor del deseo. El
alma se quema en sus ansias, el cuerpo permanece helado”.
De esta forma la
pasión de gozar que caracteriza al acto sexual puede estar en falta. Agustín,
subraya Foucault, utiliza respecto a esto una expresión notable. Cito: “La
libido es sui-juris”. La libido es según
su ley. En el acto después de la caída, el acto sexual queda ubicado no
solmante bajo el régimen de lo involuntario. El alma arde y el cuerpo permanece
helado.
Sino que también el acto sexual, también está bajo un régimen de independencia respecto de la
voluntad. La libido remite a un derecho que le es propio. Por más que se haga,
por más que uno se muestre justo y razonable, escrupuloso y respetuoso de la
ley de Dios, nada podrá impedir que cuando se produzca la conducción de los
sexos va a crear, va a generar movimientos, sacudidas, que no vamos a poder
dominar. Sacudidas. Esta ausencia de
dominio en el momento del paroxismo sexual marca el aspecto desarraigable de la
libido dentro del ser humano. Corrijo; lo que
marca es la indesarraigable presencia de la libido en el ser humano.
Diapositiva 2: “En este mundo ninguna recta
intención, ninguna legítima voluntad puede romper el lazo atado entre la libido
y el uso de los órganos sexuales.”
La teoría
permite hacer una distinción entre la conjunción sexual y los movimientos de la
libido, esta distinción sede en el acto. Desde el punto de vista que el acto
escapa a la voluntad en la práctica. No nos queda más que felicitar la
pertinencia del análisis de Agustín sobre la erección o la impotencia. Por poco
que uno tome en cuenta su insistencia en subrayar el hecho de que en todo acto algo
opera por fuera de la categoría del sujeto voluntario.
Si la libido es sui-juris, natura, ella da cuenta de
una natura que es extranjera al propio sujeto. Se imponte a ese sujeto como un
elemento exterior. Ese allí la idea que la caída en cierta forma desposeyó al
sujeto de su propia carne hasta el punto de que esta, la carne, actuaría sin él. Una pregunta
Diapositiva 3: “¿Hay que considerar que la
libido está por fuera del sujeto? Si es suis-juris,
¿cómo esta natura puede ser imputada al sujeto? “
Agustín estudia
la relación de la libido con el alma. En un primer tiempo responde que es en el
cuerpo donde reside el punto de origen de los movimientos de la concupiscencia.
Cito un comentario de Foucault: “su
carácter involuntario, es decir el carácter involuntario de los movimientos de
la concupiscencia, está relacionado al hecho de que son movimientos carnales”.
Seguidamente es en la propia alma que Agustín ubica el principio de la concupiscencia
y el punto de partida de lo involuntario que la atraviesa. Agustín plantea que
no podría haber ahí una falta sin una mala voluntad. Cito
Diapositiva 4: “Esta voluntad, la mala
voluntad. Fuente de todo pecado origen de la primera falta, y por lo tanto de
la caída, consiste en un movimiento del alma que se aparta de Dios. Que se
apega a sí misma para complacerse en eso. Este movimiento libremente efectuad
por los dos primeros humanos, es el que introdujo la concupiscencia y sus
movimientos involuntarios en el mundo. La naturaleza humana es entonces
depravada.”
Quiero subrayar
en esta cita que el movimiento de Adán y Eva en la relación sexual en el
paraíso están libremente efectuados, y esa es la falta. Por el hecho de la
creación es a Dios que el hombre le debe no ser nada. Por el hecho de la
creación es a Dios que el hombre le debe ser algo, de no ser nada. Es gracias a
Dios, el creador, que el hombre debe de no ser nada.
Apartándose o
dándose vuelta de la voluntad de Dios, él se aparta de eso mismo que lo hace
ser. Por lo tanto, se debe ver en la naturaleza depravada del hombre no una
alteración de lo que Dios hizo, sino que la decadencia que el ser tiene… el
hombre tiene su ser desde Dios. La decadencia del ser que Dios le dio.
No es una
decadencia, es más fuerte: La pérdida del ser, de su ser.
Vamos a retomar.
Es necesario ver en la naturaleza depravada del hombre, no una alteración de lo
que hizo Dios, sino que la pérdida del ser, del ser que uno tuvo de él. De ese
ser que Dios le dio al hombre. Y está perdida se marca cada vez más a medida
que se la abandona para complacerse a sí mismo.
De esta forma,
Diapositiva 5: “Apartándose de Dios y
rechazando obedecerle, la rebelión del hombre rebelde, el hombre pensaba
volverse amo de sí mismo, creía liberar su ser. No hace más que caer de un ser
que solo se sostiene por la voluntad de Dios. “
Ustedes ven que
este asunto se juega a nivel dos voluntades: la voluntad del hombre rebelde que
busca liberarse de Dios y la voluntad de Dios que constituye al hombre en su
ser. Emancipándose de la voluntad de Dios el hombre cae, pierde su rango.
Desecho. Cae como un desecho. Esto es la caída. Queriendo acceder a su propio
ser, liberándose de la voluntad divina, cae.
Diapositiva 6: “Lo involuntario de la concupiscencia
no debe ser pensado como una naturaleza que se opone al sujeto, acorralándolo,
arrastrándolo al fondo. No es el cuerpo liberado de todo control que escapa del
alma, es ante todo, el mínimo ser. La falta en ser del sujeto cuya voluntad se
encuentra queriendo lo contrario de lo que quería”.
De esta forma
ven que la voluntad que quería ser ella misma, y ella misma se da vuelta contra
sí misma. Ella se disocia, ella quiere contra sí misma más ser, para al final
de cuentas…Ella quiere contra sí misma, ser más para al final de cuentas
obtener menos. Queriendo ser sí misma, solo adquiere una falta de ser. De esta forma no
es una voluntad exterior al sujeto la que se está ejecutando en la revuelta que
haría jugar al hombre sus propias leyes en contra de las leyes divinas. Es más
bien una escisión que repartiendo todo el sujeto lo hace querer lo que no
quiere. Es más bien una escisión que dividiendo todo el sujeto lo hace querer
lo que no quiere.
La consecuencia
es inevitable. Cito: “El hombre destino,
si hubiera obedecido gozar de una carne espiritual hubiera visto su propio
espíritu convertirse en carnal”.
Es importante
que vean que hay dos carnes: la carne espiritual y después el espíritu que se
convierte en carnal después de la caída.
Diapositiva 7: “En lugar de convertirse
completamente en su propio amo,
cuando entra en desacuerdo consigo mismo padece
de una miserable y dura servidumbre bajo las ordenes de ese a quien obedeció
pecando. Muy lejos de adquirir la libertad que había deseado, por su propia
voluntad murió en su espíritu y a su pesar morirá en su cuerpo”.
Morirá en su
cuerpo, el cuerpo de esa caída como desecho. La línea de partición
que separa lo voluntario de lo involuntario no se da entre la alma y el cuerpo,
ni entre la naturaleza y el sujeto. Cito a Foucault: “Es en el interior del sujeto que desde el origen esto sucedió”. La escisión interna
del sujeto no debe ser entendida como la división existente al interior de un
mismo territorio en dos regiones diferentes. Foucault propone esta fórmula,
cito: “se trata de una voluntad cuyo
distanciamiento voluntario respecto a eso que la mantiene en el ser la deja
existir en eso que la hace nadificar, aniquila. Y eso que la aniquila es lo
involuntario”.
Ven que
intentando reforzarse en tanto voluntad propia y por lo tanto a fortalecer al
sujete en su ser, precisamente se aleja a la voluntad, produce un alejamiento
voluntario respecto a su propio objetivo y compromete al sujeto en una pérdida
de su ser. El movimiento de perderse,
pérdida. Entonces ven que
el sujeto se encuentra tomado por su propia voluntad y cuando quiere reforzar
su ser a través de esa rebelión contra Dios lo que encuentra es que se pierde a
sí mismo por la pérdida de su ser. Porque no tiene ser más que de Dios. Ese
movimiento abre el campo a eso que lo aniquila como sujeto y otra vez ese
movimiento es lo involuntario. Como el clivaje del sujeto le es interno, el
sujeto está entonces concebido como teniendo una interioridad. Con Agustín se
abre la puerta a una psicología posible, porque hay un interior de este sujeto.
Interior designado como lugar de una tensión producida por una voluntad que se
da vuelta contra sí misma.
No es tanto un conflicto,
no es un conflicto sino a la división interna de ese sujeto por el hecho de la
voluntad contradictoria que lo anima. De esta forma el acento que Agustín pone
sobre lo involuntario acerca el hombre al animal, pero no es tanto así el caso
porque, cito: “lo involuntario en los
animales no es una rebelión”. No marca una escisión entre el deseo de la
carne y el espíritu. La distinción entre el hombre y el animal se va a
precisar.
Diapositiva 8: “Lo propio de la concupiscencia
humana consiste en eso que la asemeja a la de los animales; diría aquí lo
involuntario. Que es ser efecto de una rebelión y de una división de sí contra
sí. Lo que es totalmente ajeno a la naturaleza animal. El sujeto no ha sido
encerrado por la caída en una naturaleza animal que viviera sus propias reglas.
Lo involuntario de la concupiscencia toma la forma de movimientos animales.
Esta inscripto por causa de la caída en la actual del sujeto”.
Con Agustín
llegamos entonces a una concepción moderna del sujeto del deseo. Este sujeto
está marcado por su interioridad, su división interna está dictada por el
movimiento contradictorio de la concupiscencia, libido, que le impone un
movimiento involuntario. Las dos manifestaciones que son la erección y la
impotencia signan su rebelión contra Dios. El efecto de esta revuelta es
estructurante.Con Agustín hay
una estructura subjetiva que se pone en lugar por efecto de esta división.
Diapositiva 9: “Se llega así a un punto importante en la
historia de la subjetivación del sexo y de la formación del hombre de deseo”.
Esto es una
frase de Foucault. Cada palabra en la lectura que Foucault hace de Agustín está
cuidadosamente sobre pensada. Se trata efectivamente de una historia de la
subjetivación del sexo y de la formación del hombre de deseo. La etapa agustiniana
es decisiva porque ella anuncia el tratamiento moderno de la subjetividad. Lo
anuncia como estructurada, no como un dato fijo, sino que en movimiento. Con el
trabajo genealógico de Foucault el sujeto clivado, se piensa en el Spaltung
de Freud y a la división del sujeto en Lacan. El sujeto clivado no se presenta
como tal, sino que, como el resultado de una problematización dinámica,
centrada en el clivaje interno al sujeto de su voluntad cuando esta se subleva
contra la voluntad de Dios. Se ve entonces que la tesis central en este punto
es que existe una historia de la subjetividad del hombre de deseo. Y que esta
subjetividad encuentra su fuente en el hombre rebelde que se rebela, en Agustín,
contra la voluntad de Dios.
Entonces
Foucault:
Diapositiva 10: “El análisis de Agustín no
hace de la concupiscencia, ni un poder específico del alma, ni una pasividad
que limita el poder en ella. Sino que es la propia forma de su voluntad, es decir
lo que hace del alma un sujeto. No se trata para él de lo involuntario contra
la voluntad, sino que es lo involuntario de la propia voluntad. Eso sin lo cual
la voluntad no quería querer más que la ayuda de la gracia. Precisamente porque
solo la gracia puede liberarla de esa debilidad que es su propia forma de
querer.”
La voluntad se
ubica en el centro de la problemática de la concupiscencia. Foucault precisa
que es precisamente la forma de esa problemática. El alma no es una entidad espiritual
en el hombre, sino que es la voluntad a la que la concupiscencia da forma. De
esta forma esta voluntad se convierte en algo central. Desde el punto de vista
que ya está dividida, el alma se encuentra débil. Este clivaje de la voluntad
tiene un efecto de estructuración del hombre de deseo lo que le hace decir a
Foucault que en Agustín la voluntad no puede querer sin no querer.
Desde ese
momento el recurso a la gracia solo podrá valer como el restablecimiento del
alma como una por la intervención de Dios. Como opera este re establecimiento
de la voluntad desembarazada de lo involuntario, solo podrá suceder por la
fuerza de la gracia y llevando al sujeto a la renuncia de la autonomía
conquistada en su revuelta contra Dios. ¡Es astuto esto!
La concupiscencia
debe renunciar a ser Sui-juris.
Este recurso a la gracia supone el renunciamiento del sujeto a su rebelión. Y
muestra hasta qué punto la concupiscencia lo constituía en su propia
estructura. Foucault escribe, cito: “La
autonomía de la concupiscencia es la ley del sujeto cuando él quiere su propia
voluntad”.
Entonces por la
gracia la salvación va a poder operar desembarazando al sujeto de esta parte de
involuntario que está en él y restableciendo su voluntad como una. El clivaje
de su voluntad, lo que era así antes de la gracia, lo llevaba a la impotencia o
a la erección. Foucault plantea esta expresión, sito: “la impotencia del sujeto es la ley de la concupiscencia”.
El retorno a la
potencia estará dado por el retorno en el de la voluntad de Dios una vez
erradicada la concupiscencia. Ven entonces la gracia tiene dos acciones: la eliminación
de la concupiscencia de la libido de lo involuntario y seguidamente el retorno
en el de la voluntad de Dios. Agustín arriba a esta definición de la voluntad.
Lo que a él le interesa es lo que plantea como voluntad concupiscente. Para Foucault,
Agustín se refiere en eso a una de las constantes del pensamiento occidental
respecto al sexo. El tema mayor de este pensamiento es el de un vínculo fundamental
e indisociable entre la forma del acto sexual y la estructura del sujeto.
Entonces en el esquema agustiniano.
Diapositiva 11: “Si todo individuo que viene
al mundo es sujeto de concupiscencia, se debe a que nació de una relación
sexual cuya modalidad comporta necesariamente la parte vergonzante de lo
involuntario en la que se lee el castigo por el pecado original”.
De esta forma se
ve que la relación sexual es lo que marca a todo hombre desde su nacimiento. El
individuo se encuentra determinado como sujeto de concupiscencia. Por el hecho
de esta relación se encuentra grabado en él la parte vergonzante de lo
involuntario que le es dado, le llega desde la relación que lo hizo surgir. Se
encuentra sin saber marcado por la falta, el pecado de los dos primeros humanos
y sometidos al castigo que está ligado a esta falta. El nacimiento es por consecuencia
la llegada de un sujeto concupiscente por el hecho de la relación por la que es
creado. La falta original se inscribe en el sin que sea responsable, a sus
expensas. Nadie escapa a ese sello.
Foucault sigue
su comentario.
Diapositiva 12: “Inversamente si no es
posible valerse del matrimonio ni para las mejores intenciones, la progenie,
sin que en la relación sexual dejen de ponerse en juego estos movimientos que
no podemos dominar, es porque a partir de la caída todo hombre nace como sujeto
de una voluntad concupiscente”.
Marcado desde su
origen por la falta, el sujeto, cualquiera sea su uso de la sexualidad. Así
mismo lo haga en la conyugalidad, no escapará de los movimientos involuntarios y
no dominables del acto. Por ese acto él se debe como sujeto de la voluntad concupiscente
que lo determinó desde su origen. Cita a Foucault “En definitiva la verdad de lo que es el hombre como sujeto se
manifiesta en la misma forma a la que está sometido todo acto sexual”. Es
decir, tanto que desde el momento en que hay relación sexual, no se escapa a la
concupiscencia.
Todo acto atestigua
de esa marca que firma el desfallecimiento primero. El defecto engendrado por
el fenómeno original de la falta, el acontecimiento original de la falta. La
forma de la voluntad concupiscente que estructura al sujeto de deseo no da
cuenta de cualquier naturaleza extranjera, se refiere a la propia estructura
del sujeto y la consecuencia es esta:
Diapositiva 13: “La libido, en el sentido en
que a menudo Agustín utiliza esta palabra sin otras precisiones. Es bien un
término propio de Agustín y no importado por Foucault. Es decir la forma sexual
del deseo, decimos que es el vínculo trans-histórico que relaciona el pecado
original con la consecuencia con la actualidad de ese pecado en todo hombre. Además,
es en cada uno, la forma en que se encuentran relacionadas una con otra. La
forma involuntaria del acto sexual y la estructura débil del sujeto”.
La libido es la
forma sexual del deseo. Esta expresión indica hasta qué punto da cuenta de la
necesidad. La libido, es decir la forma
sexual del deseo. Esta expresión indica hasta qué punto da cuenta de la
necesidad. Nadie esta exonerado de su poder. Ningún humano escapa a la relación
sexual. Hay allí un universal de la relación sexual en todo hombre. Y este es el
punto sexual, esta universalidad de la relación sexual está emparentada por Agustín
a la falta origina. Esta falta presenta una particularidad, no es solamente
histórica. Ciertamente recorre la historia del sujeto del deseo cualquiera sea
el periodo en que este vive. Pero esta falta es por naturaleza meta historia.
Aquí ustedes ven la crítica de Foucault a San Agustín es que San Agustín, para Foucault está obligado a inventar una meta historia para ubicar allí el origen de la falta. Y esto es un indemostrable, no hay posibilidad de saber si esto es verdadero o no el discurso de San Agustín es un discurso que se apoya en fantasmas de la meta historia. Cuando Foucault dice que el vínculo de la libido es trans-histórico es para subrayar que no es una constante histórica, pero tampoco meta histórica. Que inscribe al hombre más allá de su propia historia.
La concupiscencia
es la forma actualizada de la falta originaria y esa falta se sitúa por fuera
de la historia. Es porque encuentra su raíz fuera del tiempo, por eso es trans-historia.
Ella conserva ante los hombres una actualidad incesante. Es muy agudo esto. Si la
falta cobra su fuente en el carácter involuntario del acto, por el hecho de su
universalidad se inscribe en cada hombre y lo determina como sujeto cuya
estructura se encuentra débil.
Llegados a este
punto, en Agustín se impone una simple constatación. Y al igual que en Clemente,
hay relación sexual universalizándola, desarrollando su carácter meta histórico
la inscribe como una constante del deseo humano que él relaciona con el
pecado. Concluye en esto la indispensable búsqueda de la gracia que deberá
regular la conducta de los cristianos.
Pueden darse
cuenta de que esta relación sexual para Agustín, es por lo tanto un dato que
remite, que deriva de la falta que antes cedió a la caída.
En el otro sexo,
en “No hay relación heterosexual” de Allouch. En el capítulo dos titulados “Nohay
relación heterosexual: Lacan”. Allouch hace un señalamiento que por sí
mismo y que después de esta larga presentación de algunos fragmentos de las
confesiones. Nos va a permitir tomar la medida de eso que introdujo Lacan en su
afirmación: no hay relación sexual.
En ese capítulo Allouch va a empezar afirmando: la inexistencia de la relación sexual no es un dato. Lo que quiere el remarcar es esto: que Agustín dijo que la relación sexual era un dato. Y Allouch nos dice que a ese dato que planteaba Agustín Lacan le responde que la inexistencia de la relación sexual no es... que el dato es la inexistencia. No es dato. Lo que significa que precisamente la inexistencia de la relación sexual no es un dato primero.
Entonces voy a
citarlo.
Diapositiva 14: “Al igual que la división
del sujeto, esta inexistencia, la de la relación sexual, se conquista o no”.
Se conquista, no
es un dato, se conquista.
“Fue lo mismo para Lacan cuando el 15 de
enero de 1974, da testimonio de haber aprendido uniéndose sexualmente con una
histérica, que quedó excluido de poder escribir la relación sexual en sí mismo.
Será en la relación, más que en la falta de su deseo, lo que no es otra cosa
que su ajuste en el nudo borromeo, esta es la conquista.”
De esta forma
esta frase simple es una objeción a San Agustín. La experiencia sexual de Lacan
lo llevo o no a la constatación de la falta de relación con esta histérica.
Sino que, al descubrimiento de la existencia de la relación, ya que su
partenaire en su relación, solo le mostró una cosa hasta qué punto él estaba
apretado pero no en sus brazos, sino que apretado en el nudo borromeo. El punto
notable de esta experiencia sexual de Lacan es el carácter fortuito de este
acontecimiento. Esa contingencia de este abrazo. Él saca una conclusión que
cobra fuerza de verdad respecto a la no existencia de la relación. Ciertamente Lacan
saca de este acontecimiento fortuito una conclusión general, pero se despega de
la idea agustiniana de que la relación sería un universal que regiría en todo
acto sexual.
Sin el aporte de Foucault nos sería muy difícil captar hasta que punto por su afirmación Lacan se inscribe a la vez en la genealogía del hombre de deseo y a la vez se desprende de eso. Este gesto de desprendimiento sería imposible de reconocer de otra forma.
Entonces hecha la lectura de Las confesiones pareciera que Agustín permanece más acá de la conquista de Lacan. Se deduce de esto un sujeto de la no relación, que Lacan no constata. No es una verdad que se le presenta a él, sino que se le aparece como una conquista. Es una verdad que el recogió en el momento de una experiencia sexual.
Esta afirmación de Lacan no fue hecha sin esfuerzo. Allouch va a citar a Lacan en su sesión del 17 de enero de 1978, donde precisa hasta qué punto su formulación de la inexistencia de la relación sexual fue una conquista.
Diapositiva 15: “Un horror con nombre de
Freud puso fin a un farfullo que calificó de análisis. No se sabe el motivo,
enunciando la única verdad que importa: no hay relación sexual. En los…”
Es un chiste, en
francés decimos le-troumanie… agujero.
No es posible de traducir del francés… neologismo. Junta ser humano
pero también agujero.
No hay relación
sexual en los trumanos ….
“soy quien concluyera eso, llegue a esa
formulación después de hacer una experiencia de análisis. No sin esfuerzo logré
formularlo. Y me llevó a darme cuenta que era necesario realizar unos nudos
borromeos.”
Después de hecha una experiencia de análisis,
dice Lacan ¿No es ese tipo de experiencia que faltó a los padres de la iglesia,
y a Agustín en particular? ¿Y no es acaso de esta experiencia que contribuyo en
Lacan a la formulación iluminativa de la inexistencia de la relación sexual?
Iluminante de la inexistencia de la relación sexual.
-No sé quien
quisiera hacer una pregunta.
-Participante: ¿Qué quiere decir la unión
sexual con una histérica?
-George-Henri: Que no hay. Lo que me
pareció interesante, es en el libro de Allouch sobre un pasaje del seminario de
Lacan donde hay la diferencia a esta experiencia sexual de Lacan. Lo que me
parece muy interesante es que las conclusiones de Lacan sobre no hay relación
sexual se hicieron a partir de una sola experiencia. Lo que no es un modo
científico de hacerlo. No sé si es posible de repetir la experiencia para saber
si realmente no hay relación sexual. Lo que me interesa mucho es que, con esta
sola experiencia sexual de Lacan, es posible de establecer esta experiencia
como una singularidad. Como un acontecimiento.
Después de este acontecimiento es posible de concluir a la afirmación no
hay relación sexual. Parece ser una locura. Es quizás una locura, pero lo que
importa es el movimiento de transformación de esta relación con una sola señora
histérica quizás. La transformación de esta experiencia en un acontecimiento. Y
después de la producción de este hecho como acontecimiento sigue la formulación
no hay relación sexual. Hay un pasaje de la singularidad a una forma universal
de la formula no hay relación sexual. Lo que me parece, para nosotros no
sabemos cuál es la lógica de este movimiento. Pero esta lógica me parece muy interesante.
Porque con Foucault la reducción de la historia, hay lo que Foucault habla la
transformación… Kant después de Basis... ha escrito su comentario sobre la
revolución francesa. Era un acontecimiento muy importante porque a partir de
este acontecimiento había la posibilidad de desarrollar su discurso sobre la
crítica trascendental y la crítica de la razón no solamente pura, pero también práctica.
Aquí es la misma cosa, con una sola experiencia, Lacan produce una formulación
general a partir de esta experiencia singular.
-Participante: El acontecimiento que
escuché de alguna manera, de ese acto singular de Lacan. Es que con una mujer
en los brazos se le revela el nudo. Eso fue el acontecimiento. Una mujer en los
brazos, ¡yo lo escuché!
-Participante: Siempre me
pasa lo mismo tengo una pregunta y después que hablas me aparecen otras.
Pensaba en la aparición en Lacan de la formulación no hay relación sexual. Que Allouch
la marca, la considera como una iluminación. Esa iluminación, ¿Cómo se relaciona,
se une… con el acontecimiento de esa
singular experiencia?
-George-Henri: Tengo que hacer una
precisión, porque no me parece suficiente decir que es un pasaje de un
acontecimiento a una formulación general. Porque atrás de esta formulación por
Lacan hay la suya experiencia analítica. Sin esta experiencia no hay ninguna
posibilidad de esta iluminación. Podemos decir que la iluminación de Lacan,
cuando Lacan dice No hay relación sexual,
no se hace como una iluminación de San Pablo que le llega la luz de Dios. ¡No!
¡No! Hay un trabajo muy intenso. Años y años de trabajo. Pero con este
acontecimiento hay un paso más que se produce como una iluminación sin
ninguna justificación. Sin ninguna explicación de ese paso. Pero sin este
trabajo anterior no hay ninguna posibilidad de esta afirmación: “no hay relación sexual”.
-Participante: Además me parece que acá
hablaban de abrazo. Lo que dice Allouch allí es estrangulamiento. El
estrangulamiento que se produce por el nudo borromeo, queda estrangulado en el
trisquel del nudo borromeo en esa experiencia. No es abrazo, es
estrangulamiento.
-George-Henri: Sabemos el efecto del
estrangulamiento sobre el cuerpo del hombre.
-Participante: hay varios puntos de lo
anterior y de San Agustín y de cómo se plantea allí la relación sexual, pero
prefiero discutir esto otro que me parece más específico. Yo no hablaría de
universal. Porque la formulación de Lacan de “no hay relación sexual” y lo
plantea Allouch en su texto enfáticamente, es de la experiencia, interesa al
psicoanálisis. No quiere que otros lo puedan traducir en otros ámbitos. Es
decir, es de lo cotidiano que la relación sexual existe. En las teorías
feministas ya lo tienen, la política, la vida cotidiana, mujeres, hombres,
todas esas son relaciones sexuales que se plantean. Entonces es una formulación
que interesa a la práctica del análisis. Y en ese contexto es que la produce
Lacan en el seminario “De un Otro al otro”, cuando viene
trabajando la cuestión del objeto a y sigue insistiendo con el concepto de
castración. Y es este nuevo paso que produce Lacan al formular “no hay relación sexual” transforma
justamente lo que eran las líneas de debate en ese momento del psicoanálisis
que seguían centradas en la castración. En este punto me parece que hay otra
cosa a señalar, que tiene que ver con la experiencia de Lacan, su experiencia
singular, pero además cuando él dice: la falta de deseo sexual. No se refiere a
la falta de deseo sexual de coger con una mujer. Se refiere a la falta de deseo
de relación sexual. Me parece importante
señalarlo porque si no se enreda con que fue con una mujer y en los brazos de
una mujer. Es decir, poder captar, fue esa que subjetivamente, lo que plantean
como una iluminación, lo que plantean que puede existir esta falta de deseo de
relación sexual aún estando en una relación sexual con una persona, sea quien
sea. Ese es un punto. El otro que me
parece, que ahora voy a lo anterior. Me parece complejísimo todo lo que tu
venís desarrollando ¿Cómo leer el libro de Foucault? Es un libro complejo de leer.
Porque tiene, es una genealogía la que plantea Foucault. Para que en ese hoy de
Foucault de los años 70 u 80, poder dar cuenta de una ética. Una adopción de
subjetividad diferente a la de esa genealogía que el elabora cristiana. Es el
planteo de búsqueda de Foucault es esa. La actualidad de Foucault es aquella.
Por algo discute con la liberación sexual, por ejemplo. Porque su planteo desde
su bastedad en aquel momento homosexual, estaba hecho desde el lado de un
planteo ético diferente al de la liberación. Entonces me parece que hay una
cantidad de puntos a afinar. ¿Cuál sería la actualidad hoy, en un psicoanálisis,
de este texto?
-Rubén Quepfert: bueno
mientras esperamos a Melenotte, si bien circuló que había una actividad después
del seminario, los invitamos a que se queden….
-Participante: De algún modo quería
continuar con un agregado de lo que decía Sandra en torno a esto de que el “no hay relación sexual” no es un
universal. Para mí es una posibilidad. Una posibilidad de conquista para
alguien en el curso de un análisis y concuerdo con Sandra completamente en esto
que es del lado del análisis. Fuera del análisis hay otras formas de plantear
la cuestión. Es una posibilidad que implica que cuando uno este a la salida de un
análisis, no tenga que sentirse hombre o mujer o tal cosa, no es por el lado de
la identidad, una cuestión que me parece clave. Y lo otro, si en brazos de una
mujer, o en nudo borromeo o ¡que se yo! Es una construcción de Allouch, es una
ficción de Allouch. No es algo que, es una ficción de Allouch que le conviene
para su discurso, que después va a marcar lo que él llama el falso agujero. Y
entonces en ese sentido también hay que tomarlo como una conexión, una figura.
-George-Henri: ¿Qué hacemos con el
seminario de Lacan? ¿Que hacemos con los textos o los seminarios muy difíciles,
donde es muy difícil para comprender lo que Lacan dice? Hay dos posibilidades:
la primera es: no entiendo nada, me callo. La segunda es producir algo
activamente. Pienso que la lectura
actual de Lacan significa una lectura activa, con la posibilidad de construir
algunas cosas que no existen actualmente en el texto de Lacan. Pienso que es lo
que Allouch hizo con este pasaje de su seminario. Pero no es el trabajo
solamente de Allouch, es el trabajo que pienso tenemos que hacer cada uno. Sin
tener miedo de decir una tontería, gracias Alberto. Lo que significa tenemos el
coraje de leer, leer no es una lectura pasiva del texto de Lacan, sobre la
autoridad de Lacan. Leer es una lectura activa, lo que significa que tomamos
todas las dificultades e intentamos sobreponer todas estas dificultades por sí
mismo.
Lo que hace
Allouch me parece bien, pero cada uno puede hacer la misma cosa. Me parece muy interesante
de tomar los textos de Freud, los textos de Lacan, Melanie Klein, Foucault
también, para producir algo diferente. Con el coraje de hacerlo por sí mismo.
-Participante: Sobre el troumain, es mi posición, no es ninguna
ley por suerte para nadie, para mí mismo tampoco lo es. Yo creo que cuando se produce un
neologismo no se puede ni traducir ni explicar. Si uno traduce o explica un
neologismo lo destruye como novedad. Yo prefiero soportar el agujero que me provoca
no decirlo en mi lengua. ¡Vaya a saber si en la lengua francesa no les produce
agujeros! Pero a mí sí me lo produce ese y otros neologismos de Lacan. Me
parece que es una cuestión importante porque creo que, creo, voy a decir una
tontería. Que en esta cuestión de cómo se aborda los neologismos está en juego
esta cuestión de “no hay relación sexual”
a nivel de la lengua.
Y después lo
último es en relación con la anécdota, a lo que lee…lo que tú leíste que J.
Allouch escribe, es posible que yo le esté agregando algo. Tengo la impresión
de quien le dice a Lacan, que él está apretado por el nudo borromeo es esta mujer.
Y que en ese momento Lacan se da cuenta, o tiene la iluminación, se da cuenta
de las consecuencias de...Digo porque esto matiza ese adjetivo que aparece ahí
de histérica. Porque suele ocurrir en la vida que alguien le dice a uno: ¡no
estás en esto! Este tomado en otra cosa, estás pensando en otra cosa.
-George-Henri: que poder increíble, el poder de esta mujer.
-Participante: ¡suele ocurrir que las
mujeres hacen esas cosas! Y después me parece que esta es una manera de darle
un poco de lugar en esta actividad…bueno tu es obvio que estás poniendo la
carne hace... desde ayer a la noche hasta hoy. Beatriz que está haciendo la
traducción sucesiva también. Poder darle
un lugar, yo creo que hay diferencias entre hablar del cuerpo y hablar de la
carne. Quizás tengamos que pensar en el estadio del espejo, en el espejo esta
la imagen del cuerpo, la carne está afuera. Y no me estoy refiriendo al objeto
a. La carne de aquel que produce esa imagen de un cuerpo no está en el
espejo. No está en la imagen.
-George-Henri: Pienso que hay una
evolución en el trabajo de Lacan que se produce alrededor del seminario La
lógica de la fantasìa cuando Lacan habla de la inscripción del
significante sobre el cuerpo. No es solamente una inscripción, es una inscripción
como un latigazo. Lo que significa una producción de una excitación sexual
como efecto de esta inscripción. No me acuerdo bien, pero pienso que en este
seminario Lacan habla del neologismo y de la producción del cuerpo como cuerpo
del goce. Del goce que surge como efecto de esta inscripción. Hay dos cosas
sobre el cuerpo en este seminario. El efecto de la inscripción del significante
sobre el cuerpo, que va a modificar el cuerpo y pienso que es posible después
hablar de carne. Me parece posible después decir carne, es una suposición.
Y la segunda, el
segundo asunto sobre esto es que hay un agujero en la inscripción sobre el
significante sobre el cuerpo. Este agujero es muy importante porque es el
lugar, el lugar del agujero, en donde no hay inscripción significante sobre el
cuerpo. Es importante porque es el lugar del objeto. Bueno pienso que esta
transformación del cuerpo en carne va con la erotización del cuerpo como efecto
de este agujero. Son dos modos para introducir el cambio de Lacan por el cuerpo.
Que no es solamente el cuerpo como superficial, sino el cuerpo como una
superficie con una erotización posible. La erotización se hace con el latigazo
del significante.
Me parecería
posible de releer este seminario para ver si Lacan habla de carne o no, yo pienso
que no.
-Participante: No,
explícitamente no. en ese tema del masoquismo. Pero yo estaba pensando en la
carne de Hans, cuando tiene una erección. O los relatos que hace Freud sobre
sus erecciones, las de Freud, en el marco de una sesión. Cuando él había
declarado en las reuniones de los miércoles que èl ya no tenía más vida sexual.
Y de pronto al recibir a una paciente que le llama mucho la atención, de pronto
nota que se produjo algo por fuera de su voluntad.
-George-Henri: Sobre la voluntad me
parece muy importante el pasaje. No sé donde es cuando habla del alma, el
alma ardiente, el cuerpo helado. Me parece muy importante este asunto. Lo que
significa que hay una autonomía del funcionamiento del cuerpo, del cuerpo como
carne. La carne no significa siempre la excitación sexual, pero significa
también el inverso. Lo que me pareció importante es el lado
involuntario. El lado involuntario de la
reacción del cuerpo a la solicitación del alma.
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