Lacan, Wallander, órganos, objeto “a” ¿…?
Lacan, Wallander, órganos, objeto “a” ¿…?, texto de Alberto Sladogna, psicoanalista,@sladogna
Henning Mankell (Estocolmo, 1948)
vive entre dos mundos, pasa de una lengua a otras lenguas, vive un tiempo en
Suecia y otro en Mozambique, país donde dirige el teatro nacional. Escribió
numerosas obras de ficción, es conocido en todo el mundo por su serie de
novelas policiacas protagonizadas por el inspector Kurt Wallander, considerado
por no pocos como el alter ego de Mankell. ¿Y por qué no pensarlo como aquello
que alberga en el cotorreo de Mankell a un signo que le presenta algo para alguien:
Wallander y la sociedad en la cual él vive con otros?
Kurt Wallander es inspector de
policía en la pequeña localidad de Ystad, cerca de Malmö, en el sur de Suecia.
El melancólico y simpático policía protagoniza toda una serie de novelas negras
que han alcanzado gran notoriedad internacional.
El nudo de Henning Mankell con Kurt
Wallander produjo un filme: Wallander. El hombre que sonríe” (2010)
dirigido por Andy Wilson. El filme está protagonizado por Kenneth Branagh,
Sadie Shimmin, Tom Hiddleston, Sarah Smart, et al.
Este filme es una de las causas
de estas líneas respecto de ese objeto libidinal, el objeto parcial, el objeto constituido
por los órganos del cuerpo, objeto que parece presentar formas del objeto "a",
objeto causa de un deseo. Wallander presenta, despliega los avatares de estos
objetos corporales en los trasplantes de órganos, en la donación y en los circuitos
de su realización como objeto de una mercancía: el mercado de órganos.
En el psicoanálisis la novela
policial condujo a Sigmund Freud a construir el método del psicoanálisis (La cuestión está en el detalle: Giovanni
Morelli con su Iván Lermolieff; Arthur Conan Doyle con su célebre Sherlock Holmes); esa literatura permitió a
Lacan desplegar los temas del significante y del signo al seguir los movimientos
de La
carta robada de Edgard. A. Poe donde campeaba el detective Chevalier Auguste Dupin. Esa literatura no fue ajena a la construcción de El capital por parte de Carlos Marx.
Wallander recibe la visita Torstensson, un amigo,
pidiéndole que investigue la extraña muerte de su padre en un supuesto accidente
de automóvil. Deprimido rehúsa el encargo, y poco después el amigo aparece
muerto, parece que se ha ahorcado. Wallander decide volver al trabajo, y la
investigación de las dos muertes le conduce hasta un poderoso hombre de
negocios, que lidera desinteresadamente varias iniciativas de ayuda a África.
El film aborda un tema espeluznante, el tema del tráfico de órganos humanos en
el tercer mundo, donde se hace hincapié en el cinismo de los que lucran con esa
actividad.
Mi interés se incrementó al leer
la siguiente nota periodística: El presidente de un estado de Europa, Kosovo
Hashim Thaçi tiene una relación comercial con el tráfico de órganos. Una jueza
investigó, era la suiza Carla Ponte, jueza de la Corte Penal Internacional,
cuando se la nombró luego embajadora en la República Argentina, la
Confederación Helvética le hizo firmar un documento en el que se comprometió a
no volver a referirse públicamente al tema. ¿De qué se trata? Según el periódico
EL TRIANGLE, se trata de que alguien investigo un anuncio como el siguiente: Joven
de 25 años. Buena salud. Vendo riñón a buen precio.
La compraventa legal e ilegal de
tejidos y vísceras humanos es un mercado en expansión. Una empresa RTI
biológica y su subsidiaria alemana Tutogen Medical han decidido suspender
la recepción de”suministros” de órganos humanos procedentes de instituciones de
Ucrania. Esta decisión se produjo después de que miembros del Congreso y del
Pentágono anunciaran la revisión de los contratos gubernamentales con RTI biológica,
principal consorcio mundial de tejidos
humanos cuya facturación que supera los 170 millones de dólares anuales.
La razón de la cancelación de un
contrato mercantil es aterradora. Tras meses de investigación,
periodistas del International Consortium of Investigative Journalists denunciaban en julio pasado las relaciones de RTI
y Tutogen
Medical con una red internacional de saqueo y comercio de cadáveres.
«Un cuerpo libre de enfermedades
es valorado entre 80.000 y 200.000 dólares por los diversos intervinientes-con
o sin ánimo de lucro-involucrados en extraer tejidos y utilizarlos para
manufacturar productos médicos y dentales». Un negocio, el de los tejidos y
huesos humanos, que mueve unos 1.000 millones de dólares anuales y es muy
solicitado entre los cirujanos plásticos-volumen de labios, alisamiento de
arrugas, reconstrucción de senos- por ortopédicos y odontólogos. La legislación
sobre la obtención de tejidos humanos (...) admite múltiples interpretaciones,
además de no disponer de mecanismos para verificar el origen y el destino de
esta mercancía. (Para ver el texto íntegro el link es http://www.pajarorojo.info/2012/10/trafico-de-organos-globalizacion-y.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+PajaroRojo+%28P%C3%A1jaro+Rojo%29
)
La investigación del detective
Wallander (El hombre que sonríe) y la nota periodística indican un signo:
algo en la realidad compartida hace una señal, sean o no, una leyenda urbana. Se trata de la aparición y
constitución de los órganos corporales como el sustrato o el trato de un objeto
que produce la constitución de “masa”: aquellos que están en la lista de espera
para recibir esos órganos y seguir con vida y los mecanismos comerciales,
financieros, institucionales y científicos que posibilitan la circulación de
tal objeto.
Los órganos en el horizonte de un
objeto causa del deseo ¿…?
Los objetos de los mundos se
organizan a partir de esos agujeros del cuerpo: ano, boca, nariz, pestañas,
piel, cabello,…. Se trata de agujeros que fabrican un nudo vital: es con ellos
que un cuerpo se articula con otros cuerpos para soportar, sostener una vida
vivible.La boca articula al infante con un pezón del cual obtiene leche. Jacques
Lacan en su seminario oral de 1967/1968: El acto psicoanalítico:
Todos saben que, cuando entré en el psicoanálisis con una escobilla que
se llamaba estadio del espejo, empecé por señalar... tomé el estadio del espejo
para hacer un perchero. Está incluso mucho más acentuado que nunca, pude
hacerlo en el curso de enunciaciones que trataban con miramientos las
sensibilidades [Lacan era sensible a las sensaciones corporales de su
auditorio, los psicoanalistas], que no
hay amor que no marque esta dimensión narcisística ; que si se sabe leer Freud,
lo que se opone al narcisismo, lo que se llama libido objetal, lo que concierne…al
objeto a, dado que es eso la libido
objetal, eso no tiene nada que ver con el amor puesto que el amor es el
narcisismo y que la libido narcisistica y la libido objetal se oponen (10/01/1968).
Es interesante, Lacan recuerda al
estadio del espejo como una escobilla y luego, aclara que ese objeto era un perchero,
un objeto en que se cuelgan otros objetos. El objeto a está colgado en el
corazón del nudo borromeo: un perchero que lo sostiene y del cual se puede
desprender. Esa es otra característica del objeto a: es desprendible. Convendría
tomar nota del componente de signo que ese objeto despliega.
Para más detalles
propongo al lector consultar el estudio parcial respecto del objeto a efectuado por Guy Le
Gaufey en El objeto a de Lacan, (Epeele, México, 2011). La editorial le hizo una
broma al autor pues ilustro la portada con una hilera desplegada de cartas de póker, al final del
despliegue, se presenta un As con una letra A. Jacques-Alain Miller realizó un chiste semejante cuando anunció
un seminario atribuyéndole a Lacan el siguiente título: De un otro al Otro (D’un autre à l’Autre) , al darse cuenta
del chiste ,hoy Miller al editarlo volvió al título que le dio Lacan: De un
Otro al otro (D’un Autre à l’autre).
Está en juego el objeto a, esas serias bromas muestran que para
el psicoanálisis y los psicoanalistas lacanianos tenemos dificultades para ubicar
ese objeto.
Jacques Lacan hablando en un
reportaje para la Televisión realizo un gesto, algo así como un guiño –nótese que
el objeto de la pulsión, el objeto erótico, el objeto de atracción amorosa, el objeto
a
suelen hacer guiños. Lacan enunció:
El menor recuerdo del inconsciente exige sin embargo mantener en este lugar el algún
dos, con ese agregado
de Freud de que él no podría
satisfacer ninguna otra
reunión que aquella
lógica, que se inscribe: o el uno o el otro. Que así sea
desde el principio cuyo
significante vira hacia el signo ¿Dónde
encontrar ahora el alguno que hay que procurarle con urgencia?
Es el hic que no se convierte en nunc más que para ser psicoanalista
pero también lacaniano. Pronto todo el mundo lo será, mi auditorio es pródromo, luego los
psicoanalistas también. Bastaría el
ascenso al cenit social del objeto
llamado por mí a,
por el efecto de angustia que
provoca el vaciamiento
con que nuestro
discurso lo produce, al fracasar
en su producción.
La evidencia entre nosotros que
de una tal caída el significante sucumbe
al signo surge de que, cuando no se sabe
a qué santo encomendarse (dicho de otro modo: que no hay más significante por malgastar, es lo que suministra el santo), se compra
cualquier cosa, por ejemplo
un coche, con el
que produce un
signo de complicidad,
si pudiera decirse, con su
aburrimiento, es decir con el afecto del deseo de Otra–cosa (con una O
mayúscula)[ Psicoanálisis. Radiofonía & Televisión. Jacques Lacan.
Traducción y notas de Oscar Masotta y
Orlando Gimeno-Grendi. Editorial Anagrama, Barcelona, 1977, tercera edición,
1993]
El párrafo es de lectura
sencilla, es sencilla…mente complicado. Solo trato de indicar un signo que el
texto lanza. Es un guiño efectuado a través de la pantalla de la Televisión que
transmitió ese reportaje. La televisión como aparato no está ajeno a los oídos
y a los ojos, lugares de inserción de ese objeto a.
El guiño subraya la posible
instalación del objeto a (Bastaría el ascenso al cenit social del objeto llamado
por mí a) como parte de la colectividad que ese astuto discurso, el discurso
capitalista, genera la comunidad del mercado, organizado por la circulación de
unidades llamadas: mercancías.
Entonces, si el objeto a
calificado en muchos escritos, incluso del mismo Lacan, como siendo lo más
singular de cada quien que se analice, surge una pregunta ¿Cómo es que el
componente singular permite o permitiría su circulación en el mercado? Acaso
esa posibilidad convoque a estudiar con cierto detalle el tema singular alejando esa característica de
su posible confusión con el objeto “individual”.
El capitalismo a partir de su instalación
dio mucho brillo y circulación a la individualidad, al individuo, al self
made man . El singular, la singularidad, de ese objeto a
no es individual pues su colectivo es el signo que fabrica un tema –un síntoma-
para quien se analiza. Estamos, quizás, ante un signo que alberga un
significante sin sentido a inventar en cada ocasión ¿Cómo?
No hay comentarios: