El duelo ¿afectado por una guerra eugenésica? por Alberto Sladogna*


El duelo ¿afectado por una guerra eugenésica? por Alberto Sladogna*

Muerte, duelo, eugenesia, guerra ¿Cómo hablar de estos temas en fechas tan delicadas  -cercanía de las fiestas navideñas y de las fiestas del año nuevo-? ¿Cómo abordarlo en momentos en que buscamos en México y otros países a los 43 jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos el 26/27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, México? Primera señal: estamos ante una situación de dolor, dignidad, rabia compartidos sin tomar nota de las fronteras del orden simbólico. Segunda señal: LA muerte se presenta sin tener en cuenta ni las condiciones, ni las fechas, ni las fiestas. Tercera señal: ese componente absoluto adquiere diversas formas para quienes somos afectados por lo que el absoluto se lleva, una cosa no es la otra, se presentan juntas y sin embargo, no están revueltas. Veamos

Suscribí una carta escrita por una joven mexicana, hija de exiliados (http://pajarosalinas.blogspot.com/2011/11/mexico-el-dia-de-los-muertos-en-medio.html) la suscribo por haber vivido esas fiestas y rituales destinados a nuestros seres queridos que ya no están ¿no están? Están y no están al mismo tiempo. Hoy, lo sucedido a partir de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, México convoca a investigar y producir precisiones respecto del duelo en la vida cotidiana,  como así también para la “clínica” del análisis. Esas precisiones están construidas a partir de un interrogante ¿Cómo afecta la subjetividad un duelo cuando se produce en el marco de una guerra eugenésica que se vive en México y otros países de América Latina? Sigmund Freud escribió su texto “Duelo y melancolia” (1915-1071) afectado por temores  pues tenía un hijo soldado en el marco de la Primera Guerra Mundial. Walter Benjamin  señaló que esa guerra  produjo un cambio las formas de la vida y las formas de ser tomados por la muerte: aparecía la muerte masiva con el empleo de los gases venenosos (soldados y civiles de los diversos frentes de batalla).


Convendría dar un marco a las situaciones de vidas truncadas, vidas no realizadas ¿Cómo no realizadas? Una gran mayoría (89%) de los muertos en la guerra contra el narcotráfico son jóvenes (entre los 10 y los 24 años), a eso se suma que provienen de un sector social, en particular, campesinos y ciudadanos de las ciudades en condiciones de marginación, a veces no es así. En uno y otro caso la muerte apareció e hizo lo que suele hacer. Frente a ello la reacción social es o era dominada por la indiferencia. Octavio Paz señaló con crudeza y perspicacia: "La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida." (Octavio Paz, El laberinto de la soledad)

Un suelo mínimo para un análisis: quienes son muertos en esa guerra no son inocentes, tampoco son culpables ni responsables, la ausencia de inocencia tampoco los hace participes de la actividad que les sesgo la vida. La muerte  es  absoluta, por ello es inmotivada. Cuando se presenta se lleva nuestra vida, cuando estamos vivos hablamos de ella, cuando ella se presenta, ya no hablamos más…, a veces, sin que sea obligatorio, otr@s ofrecerán su cuerpo para seguir hablando. La inocencia es un criterio religioso que deja a cada persona desvalida y a merced de quien la proteja. El inocente está desprotegido ante lo que le toca vivir o cuando lo que le afecte no sea lo que busco, al contrario allí la muerte lo busco a él ¿Existirá alguna muerte qu escape a ese mecanismo de la muerte?
Los  43 jóvenes de la Escuela Normal de Ayotzinapa no eran inocentes, con ese argumento se los intenta atacar. No, esos jóvenes sabían lo que hacían, sabían a quienes se enfrentaban, sabían qué intereses afectaban, sabían los riesgos que corrían, no solo como estudiantes sino cuando al recibirse fueran maestros rurales. En lugar de dedicarse a cuidar su vida siendo indiferentes, ellos se arriesgaron a vivir la vida con los deseos y los intereses que a ellos les permitían vivir su vida como vivible. Esos deseos no son materia de la cual los canallas que secuestran, torturan y matan se puedan “adueñar” pues eso no tiene propiedad. En Ayotzinapa a pesar de la barbarie de la policía, del ejército, de las bandas tercerizadas del narcotráfico más la  corrupción del conjunto del sistema político y del gobierno, a pesar de todo ello varios jóvenes por no ser inocentes lograron seguir con vida, denunciar lo ocurrido, y desde la ausencia de inocencia caminar, marchar con otros para encontrar a los 43 desaparecidos con vida. De ahí que la consigna “¡Vivos los queremos!” no es inocente por fabrica los afectos y efectos que causa.  Esa consigna recoge la experiencia supuesta “individual” de un duelo ante una muerte ocurrida en otras circunstancias, el doliente se mueva pues quiere vivo a quién se fue e incluso, si logra realizar su duelo, al mismo realiza esa consigna: pues hace esa muerte una causa para hacer cosas en la vida. Los jóvenes no eran inocentes estaban haciendo algo que les gustaba hacer, solo los que no hacen nada, creyendo proteger su vida, solo que así quedan expuestos a que la muerte se los lleve sin que ellos no hayan hecho nada…con su vida.

¿La belle indeference colectiva?

En México, y en otros países, ante hechos de muerte masivas y secuestros de personas de carne y hueso suele suscitarse una indiferencia, posición que suele  ser objeto de “críticas” (¡¡¡…!!!) que solo refuerzan la…indiferencia. En varios países de Europa dar lugar a lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial en los campos de batalla y los campos de concentración les llevo tiempo para comenzar a hablar, leer y hacer cosas al respecto, les llevó más veinticinco años para iniciar. Cuando la muerte aparece en el horizonte de nuestras vidas, se extraña no tener un santo a quien encomendarse. Conviene notar que la muerte y las muertes “masivas” no son fáciles de aceptar, de tolerar, de hacer algo con ellas.

En el público del psicoanálisis es un tema delicado de abordar pues muchas analistas dicen “Uhhh son temas son muy duros, no los soporto”, “De eso no hay que hablar, es demasiado duro”, “Nosotras nos ocupamos del amor...” ¡Qué raro! Como si la muerte no fuese un tema del amor, sin él no hay posibilidad de ninguna forma de duelo.

La indiferencia compartida, si, se trata de una práctica particular de la "belle indiference" colectiva ¿Cómo? Describo  algunos hechos:

a.- En manifestaciones frente a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, se reúnen entre 30 y 50 personas, una mayoría son madres de algunas de las 600 asesinadas; las mujeres que perdieron su vida pertenecían a la “raza”, al “pueblo”, son “nacas” que trabajan en la maquila. Cuando del otro lado de la frontera Jane Fonda convoca a manifestaciones se reúnen alrededor de 2000 o 3000 personas.

La mayoría son mexicoamericanas/os. Estas cifras muestran lo que muestran, estoy interesado en lo que muestran, es una imagen del real, no son simbólicas. El imaginario de las cifras muestra un real que el simbólico dominante tiende a ocultar o hacer desaparecer. El lector puede constatar otras formas de ese real en los filmes testimoniales producidos por mujeres, cito un documental efectuado por Rosella Bergamaschi Iandolo “Desde que no estás”.

La madre de una joven asesinada logró hacer encarcelar a su asesino, luego la justicia lo liberó, ella estaba en huelga de hambre por esa medida frente al edificio de la gubernatura de Chihuahua -Palacio de Gobierno-: el asesino llegó la persiguió, ella corrió hacia las oficinas del Gobierno, allí estaban los policías que custodian ese edificio, el asesino la alcanzó, la ejecutó de varios balazos en su cabeza, todo fue filmado por las "cámaras de seguridad" del Palacio de Gobierno. Aquí el desamparo es del orden del absoluto ¿Cómo participa eso de un duelo posible? ¿Cómo sería hacer posible un duelo en esas circunstancias? ¿Es obligatorio hacer un duelo como suelen recetarlo practicas psicológicas, psiquiátricas, psicoanalíticas y hasta los medios masivos de incomunicación?  

b.-Un estudiante con muy buenas notas fue masacrado: 16 balazos en la espalda, su pecado, quizás militar por los derechos humanos. Algunos estudiantes de filosofía, una minoría del estudiantado, cerraron por unas horas la Avenida Insurgentes; el resto de la UNAM continuó con sus habituales tareas. Muchos de los alumnos y muchos de los maestros continuaron hablando de Descartes, de Kant, de Hegel, de Lacan de Foucault.

Tómese nota que por el momento, por suerte, el DF aparece como si estuviera –notar el como si estuviera al margen- de la na(r)co guerra; junto a ese asesinato se conoció el asesinato de otro estudiante de esa facultad y la desaparición desde hace meses de otros miembros de la Facultad de Filosofía de la UNAM. Es cierto que fechas recientes cerca de la Unam se intentó secuestrar a un joven militante, después acusado por las buenas costumbres de “anarquista”, ciudadanos cercanos no pudieron intervenir al ver gente armada pero pusieron en juego sus gadgets –celulares-tomaron vídeos los subieron a las redes, se conocieron las placas del vehículo de los secuestradores, se alertó y por la tarde el joven, anarquista o no, o gracias a serlo reapareció con vida, la muerte no se lo llevó.

c.- En el Día de Muertos en México, a la muerte se le canta, se la festeja, las familias asisten al panteón con alimentos y bebidas y suelen contratar mariachis, se pasa la noche allí en el cementerio, se hacen altares de muertos en las casas, hoy en particular en sectores medios intelectuales; se hacen "calacas" o "catrinas"  de dulce donde se le canta a una amiga/o unas estrofas sobre su muerte, ella/el están aún vivos.

Javier Sicilia, era poeta hasta que  perdió a su hijo, la muerte se lo llevo en un levantón junto a otros seis jóvenes de no más de 24 años. Sicilia organizo un movimiento cívico, entre otras cosas, para ofrecer y darle nombres y apellidos a los sesenta mil muertos de la na(r)co guerra. El conjunto de los políticos, incluido el político de izquierda Andrés Manuel López Obrador, lo dejo solo. Aíslan ese movimiento pues dicen que "no quieren politizar su dolor". A altas horas de la noche  Andrés Manuel López Obrador se presentó en casa de Sicilia para darle el pésame. Lo mismo hizo su archienemigo, el entonces presidente Calderón. Luego ambos siguieron en lo “suyo”.

Al mismo tiempo, durante las fiestas del día de muertos, un porcentaje elevado de la población, nos guste o no nos guste, se tomó el puente para vacacionar ¿...? Acapulco zona de gran violencia de la na(r)co guerra con ajusticiados, cabezas cortadas, gente colgada con carteles en puentes peatonales, estudiantes desaparecidos, surgimientos de varias decenas de fosas comunes, bien pese a eso, Acapulco registra una ocupación de más 80%. Ante las desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, las agrupaciones de industriales del turismo solicitaron terminar las manifestaciones para no afectar la imagen (¿Cuál?) de Acapulco pues se verá disminuido el flujo de turistas. Si, pese a todo hay porciones de la ciudadanía que van a Acapulco de vacaciones ¿Está “mal” hacer eso? Recriminar  una acción cómo esa ¿puede favorecer acciones solidarias o por el contrario las impide de forma activa? Son preguntas ante hechos calificados de “sociales” o de ser signos de “política” ¿Habrá alguna muerte humana que no sea social?¿Hay alguna  muerte que no sea un hecho político?

En Guadalajara para las Fiestas del Grito de la Independencia, las bandas de narcos dejaron varios cadáveres con ropas del "típico" mexicano: sombreros de alas muy anchas, un sarape, los tradicionales huaraches en los pies, y unos enormes bigotazos pegados sobres sus bocas.

d.- Para terminar, algo muy delicado, escribi "na(r)coguerra". ¿A causa de qué? El licenciado Calderón, presidente de México ungido gracias al primer megafraude electoral electrónico de América Latina; ese licenciado siguió un consejo de Sarkozy –era primer entonces el primer ministro de Francia-. El consejo decía que para obtener legalidad debía combatir la “inseguridad”. El Lic. Calderón a los pocos días de asumir, vestido con uniforme militar, declaró la "guerra al narcotráfico". Su foto es elocuente. Era una acción para "legítimizarse". Ese presidente al "ganar" las elecciones declaró: "Como dicen en mi pueblo: haiga sido como haiga sido, gané".

Bien, por qué escribo "na(r)coguerra". "Naco" en México es una forma despectiva de hacer referencia a la "raza", al "México bronco", en concreto al pueblo, a los "morenos". El ejército mexicano de arriba a abajo está constituido por gente de la raza, del pueblo. Ese ejército registra desde hace varios años la friolera de más de 30 mil desertores; los Zetas "grupo de choque" de un cartel del narco, son desertores del ejército (5.000 mil) entrenados en los EE.UU. están en guerra... contra sus semejantes porque, al regresar a México, el narco les ofreció "mejores sueldos y prestaciones".

Desde hace años, en efecto los "nacos" se emplean y practican el narcotráfico ¿Quién dice que deberían emplearse en otras actividades? Cifras optimistas hablan de 7 millones de ninis, los pesimistas, resolvieron callar. En el DF, en las delegaciones de Azcapozalco, Iztapala - con una población de algunos millones de habitantes- el narcomenudeo está organizado por una figura señera de la vida social y subjetiva de la cultura: las madres. Y es que el narcomenudeo aporta ingresos a la familia. Cuando se estudió y documentó eso, el gobierno "de izquierda" de López Obrador hizo desaparecer el estudio pues "el pueblo nunca se equívoca y es honesto". Así como tampoco se habla de un hecho de la modernidad: en esa delegación los jóvenes consumen drogas, quizás, entre otros motivos, para soportar la realidad que les toca vivir. Bueno convengamos que no solo los jóvenes las consumen.

Entonces, cuando se recorren las atroces fotografías de la guerra al narcotráfico, queda claro algo: los fotografiados luego de haber sido ajusticiados pertenecen a la raza, son nacos, son del pueblo. Es una guerra contra los “nacos”, contra el “pueblo”. Se trata de una guerra genocida, o con muchas tendencias para apropiarse de la práctica eugenésica campesina de eliminar los malos cultivos o los defectuosos miembros de tal o cual cría animal. Esa práctica se desplaza, toma como objetos a los miembros de esa población. 

A lo largo de estos años de guerra se mostró sólo el rostro de un "ejecutivo" del narcotráfico, el "Vicentico". Con saco de Armani y corbata de seda, era -y es- el cerebro financiero de uno de los carteles en "guerra". Bueno él está vivo y coleando, lo extraditaron a los EEUU, dónde está protegido pues firmó con la DEA, un convenio de "respeto mutuo". ¿Entre quienes? Entre la DEA -organismo del gobierno de los EEUU- con el Cartel del "Chapo" Guzmán.

El ejército de los EEUU calculó que para hacer prisionero al Chapo se requerían 150 mil hombres armados, en principio, para cercar su zona. Calculó que así, quizás en 5 o 6 años lo atraparían. El "Chapo"  resolvió el enigma, se entregó. El personaje forma parte desde hace varios años de la lista de Forbes de las diez personas más ricas del mundo. Tiene a su servicio a los temibles "kaibiles" de Guatemala y controla una parte importante del tráfico de heroína en Afganistán. Sus actividades solo  desplazaron el lugar de sus oficinas centrales, ahora en funcionan en un penal de alta seguridad que él amablemente controla, dirige y supervisa.

La indeferencia mexicana ante la vida, cantada por el mariachi y los boleros, ahora también por el narcorrido, hace que frente a la na(r)coguerra. Las respuestas de los humanos no son como uno quisiera, aciendo tal o cual actividad para denotar una reacción social subjetiva y política. ¿Cómo hacer frente a eso, sin primero aceptar que “el pueblo” (¡¿…?!), incluso sectores como los estudiantes, absorbe estos productos, consumen cocaína? Hoy las drogas legales y las ilegales son parte del lazo social de arriba hacia abajo y a la inversa. 

En Monterrey, Nuevo León, sede de grupos financieros, económicos, otrora industriales muy poderosos, hay una universidad privada, el Instituto Tecnólogico de Estudios Superiores de Monterrey, dónde fueron masacrados por el ejército dos estudiantes, los mejores, los de más altas calificaciones de su generación. Lo hizo el ejército. Y luego les sembró drogas y fusiles FAL para que parecieran "narcos". La respuesta de esa universidad  estremeció a la ciudad: se dejó de dar clases un día, se hicieron misas, se elevaron documentos y luego a…seguir "estudiando".

En una guardería, de nombre ABC, el 5 de julio del año 2009, murieron 49 niños y más de setenta resultaron heridos a consecuencia de que la muerte se presentó en la forma de un incendio. La muerte tomó la corrupción en la se habilitó y funcionaba la guardería para hacerse presente, se llevó a muchos infantes. Estaban "guardados" bajo llave. Una primera reacción ante esa tragedia fue hacer una misa con la participación del Gobierno, los padres, la Iglesia  y la sociedad civil. Los padres asistieron a una misa donde estaban los responsables de la guardería. Luego, sólo algunas madres y padres comenzaron a desplegar un duelo bajo la forma de lucha, de caminatas, haciendo denuncias. La guardería era propiedad de parientes de la esposa del entonces presidente Calderón. Lo atroz es la soledad que los rodea en Hermosillo, Sonora y en el resto del país. El EZLN advirtió de esa soledad a los alumnos sobrevivientes y a los familiares de los desaparecidos en Ayotzinapa. Notemos, la modernidad, sea como sea que la muerte se haga presente, ha suprimido, cancelado, acortado los ritos fúnebres, reforzó una tendencia a “privatizarlos”  rediseñando otra forma de intimidad, forma que no convoca la presencia de otr@s miembros de la comunidad ¿Cómo se hace un duelo en las condiciones de las madres y padres de la guardería ABC? Las formas y las actividades que algunas madres y algunos padres siguen desplegando, quizás son una forma ¿Quién les puede decir que así no es o que debería ser de otra forma? Ellos pese a todo hacen, a través de ellos esos infantes realizan sus vidas no realizadas puies la muerte se los llevo.   

Un botón de muestra: Ricardo Cavallo, recién condenado a cadena perpetua por sus crimenes como miembro de la banda paramilitar de la Escuela Mecánica de la Armada, en Buenos Aires, Argentina, durante la dictadura cívico-militar que azotó a ese país. El participó del secuestro, saqueo de su domicilio y consultorio, desaparición y muerte de Francisco Belagamba, un psicoanalista. Luego con la agenda tomada del consultorio varios de los analizantes  fuimos visitados por la fuerza paramilitar, seguro que era para llevarnos a sesiones…de vaya a saber que… Bien, Cavallo fue designado hace unos años como administrador por el Gobierno  de México del RENAVE, organismo destinado a recolectar, tener, certificar y permitir la compra y venta de vehículos. Le dieron un puesto que daba la posibilidad de convertir en legal su profesión adquirida en la Esma: robo organizado de coches y otros ¡Qué tal, así es hoy la vida empresarial para aceptar y acomodar la mano de obra capacitada! Cuando lo detuvieron en el avión en el que pretendía fugarse, fue preso, frente a la cárcel  en México no éramos más de cincuenta personas (en un país de más de 100 millones de habitantes). En efecto, no es fácil sacar a la calle nuestros cuerpos ante una afectación, no salir no es indicio de falta de afectación, quizás también es una forma de estar afectado.

El 22/11/2014 ha pasado algo un poco más extraño, tragicómico. La sociedad del capitalismo mundial integrado, donde la subjetividad de cada quien está fabricada, esa sociedad no descarta nada, incluso hacer de lo descartable un elemento para obtener plusvalía –la industria de joyería fúnebre es elocuente. Así esa sociedad engulle aquello que se le presenta: una investigación (22/12/2014, ver periódico Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-262471-2014-12-22.html ) Se reveló que el Sr. Ricardo Cavallo (secuestrador, torturador, apropiador de bienes y otras cuestiones durante la dictadura cívico militar de Argentina) ese señor recibió y/o recibe de parte de la Marina de Guerra de la Argentina una  indemnización debido a enfermedades “psíquicas” contraídas durante el cumplimiento de “sus servicios”, a lo cual añadió  un reclamo por el “daño psicológico” producido por que su esposa fue informada por los medios del mundo y de la Argentina de sus actividades como miembro de esa fuerza militar.

La muerte no tiene motivos: solo es absoluta

Esta pintura o cuadro desprolijo de las muertes producidas en el marco de una guerra genocida , guerra destinada a descartar un sector de la población, este cuadro quizás puede abrir un horizonte para analizar por qué suscitan tanta indiferencia y al mismo tiempo, como se dice en los narcorridos: "La vida está para perderla, por eso la vivo con unas tachas de buena blanca, una troca, y un buen cuerno de chivo, no le temo a la muerte " Cuando el conjunto musical Los Tigres del Norte o sus sucedáneos ofrecen recitales reúnen, si  les va mal, a 25 mil personas, y cuando les va bien a 40 mil. Allí los narcos son el Robin Hood del “pueblo”, al mismo tiempo la muerte está allí cantada, esperada mientras se arriesgan a vivir lo que dicen vivir. Esa es la muerte, un absoluto que no requiere de motivos para llevarse ninguna vida.

Los analistas en la experiencia de cada cura, nos guste o no, estamos “obligados” a establecer una diferencia entre los crímenes llamados inmotivados –derivados de un cortocircuito neurológico- de aquellos crímenes ejecutados a partir de un motivo (celos, odio, amor, competencia, reparto de mercados o ganancias…)

Paul Guiraud escribió en 1931 Los homicidios inmotivados:

Deseamos llamar la atención sobre otra categoría de homicidios realizados por alienados, sin intervención de una impulsión o de una cólera patológica, y que incluso no parecen motivados por una idea delirante. Estos hechos no fijaron demasiado la reflexión de los médicos legistas y esto se comprende. La alienación mental y la irresponsabilidad de sus autores es evidente, y sobre todo son necesarias consideraciones hipotéticas para explicarlas. Esta disposición no concuerda mucho con el rigor y la certeza necesarias en medicina legal. Una ciencia sólo es posible si admite al menos como un postulado la determinación rigurosa de los fenómenos que estudia. Los alienistas deben pues estar convencidos que todos los actos de los alienados, por más extravagantes e inesperados que sean, tienen causas precisas al igual que los actos de los más normales. Aunque incierto y siempre vacilante, el estudio de los homicidios aparentemente inmotivados puede suscitar problemas interesantes (Texto íntegro en: http://www.vivilibros.com/excesos/05-a-04.htm )

Jacques Lacan en Acerca de la causalidad psíquica, apartado La causalidad esencial de la locura, se pronuncia sobre las propuestas de Guiraud:

…aún más lejos va Guiraud, mecanicista, cuando en su artículo acerca de los homicidios inmotivados se afana en reconocer que lo que el alienado trata de alcanzar en el objeto al que golpea no es otra cosa que el kakon de su propio ser.

El kakon es un término griego para designar al mal que nos habita, es un mal que tenemos en nuestro interior, una situación cotidiana lo muestra: el dolor de una nuestras piezas dentales, cuando ese dolor nos atormenta solo queremos arrojar fuera ese dolor, que nos  lo saquen  a cómo de lugar ese diente  añadiendo más dolor para arrojar ese kakon de nuestro sufrimiento. El kakon nos coloca frente a una sociedad, en la que hoy vivimos, sociedad en la inocencia se perdió pues Dios ya no está para protegernos, inocentes o no. Esa sociedad  en que la inocencia incrementa geométricamente la barbarie civilizada que nos hace el objeto posible del “bienestar” eugenésico, entonces en esas condiciones cómo hacer frente a la presencia de la muerte y su absoluto que no tiene condiciones ni motivos.

Recordemos el proverbio de los bamilekees: “Uno solo es tomado por un asunto si allí  colocó antes su cuerpo”, eso ubica nuestro cuerpo para movernos en la vida, la muerte no busca motivos para hacerse presente, a cada uno nos tocan los motivos, los deseos de vivir la vida hasta que la tengamos, después The rest is silence!


* El presente texto es una re-escritura de un tema ya expuesto en el año 2011.

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